Modo de preparación
La salsa holandesa se prepara al baño maría.
Ponemos las yemas de huevo en un recipiente al baño de agua hirviendo. Batimos con unas varillas y agregamos el agua, el caldo (o vino blanco) y el jugo de limón sin dejar de batir.
Cuando la mezcla comience a espesar agregamos la mantequilla, previamente clarificada a fuego lento. Después de poner este último componente de la salsa, vamos batiendo enérgicamente hasta espesar y hacer una emulsión.
El fuego no debe ser muy fuerte y la mezcla no debe hervir, de lo contrario la salsa puede cortarse y perderá su cremocidad. Servimos la salsa holandesa en compañía de espárragos, carnes ligeras, pescado y aves.