Modo de preparación
Cortar el hígado de cerdo en filetes. Lavarlo muy bien y colocar en un bol con la leche.
Dejar reposar en la nevera durante 6 horas.
Calentar una sartén con aceite abundante. Escurrir los fletes de hígado y secarlos con papel de cocina absorbente.
Pasar todos los filetes por harina.
Una vez que la grasa se haya calentado, poner los trozos de hígado con mucho cuidado porque salpica bastante.
Retirar a un plato cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.
Salar después de freír el hígado y no antes.
Para guarnición, puedes freír unas patatas y abrirte una cerveza fría. Es un estupendo aperitivo para acompañar la cerveza.
¡Buen provecho!
El hígado frito (muy tierno) está listo.