La miel tiene una vida útil indefinida, ósea no caduca y no se hace mala. Es uno de los productos alimenticios más duraderos, pero para conservar sus propiedades beneficiosas y curativas, es necesario almacenarla adecuadamente.
Los tres factores importantes para el almacenamiento de miel son:
- lejos de la luz solar directa;
- se debe guardar en un recipiente adecuado;
- temperatura de almacenamiento adecuada.
Una de las cosas más importantes es mantener la miel alejada de la luz solar directa, ya que se calienta y pierde la mayoría de sus propiedades beneficiosas únicas.
Es bueno almacenar la miel en recipientes de arcilla o cerámica con tapas bien cerradas. En la mayoría de los casos, el producto de la abeja se almacena en frascos de vidrio y, por lo tanto, es importante mantenerlo en un lugar fresco y oscuro.
No se recomienda almacenar en recipientes de plástico durante más de dos años. La miel no debe almacenarse en recipientes de zinc, cobre, aluminio y otros metales debido a los ácidos que se desprenden de ellos.
El panal de cera natural se considera el mejor envase para la miel. Se almacena mejor a una temperatura de 4 a 20 grados.
Si se almacena a una temperatura superior a 20 grados, se oscurece y pierde sus propiedades beneficiosas.
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