Los membrillos son frutas que solemos asociar con su sabor específico, piel musgosa y su capacidad para quemarse. De hecho, sin embargo, las propiedades del membrillo son mucho más numerosas y significativas.
Como una fruta con antiguas tradiciones, el membrillo ha demostrado su efecto curativo a lo largo del tiempo. Su composición incluye vitaminas de los grupos A, B y C; fósforo; hierro; magnesio; nario y celulosa. La fruta también contiene cobre, manganeso y cobalto en cantidades más pequeñas.
Por su valiosa composición, el membrillo ayuda a combatir infecciones de la nasofaringe, enfermedades de las vías respiratorias, así como infecciones e inflamaciones de los riñones, vías urinarias y tracto gastrointestinal.
Por su composición beneficiosa, el membrillo es una fruta sumamente favorable para el consumo. El zumo de membrillo es una alternativa particularmente buena si no te gusta consumir membrillo en su estado normal.
Cómo hacer zumo de membrillo
Para este propósito, solo necesita frutas bien maduras, que debe lavar y limpiar su musgo con anticipación.
Se cortan en cubos pequeños, luego se prensan. El jugo obtenido de los membrillos se filtra bien.
Dado que el jugo de membrillo tiene un rico sabor agrio, se recomienda diluirlo inmediatamente con jarabe/almíbar de azúcar.
El zumo de membrillo preparado se toma de inmediato. También se puede preparar en una mezcla con jugo de manzana, pera o uva, siendo la proporción de acuerdo a su deseo.
El zumo de membrillo tiene un efecto beneficioso sobre las funciones psicológicas. Fortalece las funciones del corazón, normaliza los latidos del corazón (ritmo cardíaco), ayuda con los síntomas de la ictericia y puede detener los vómitos.
Lea también para qué sirven los membrillos, cómo secar los membrillos y cómo almacenar los membrillos correctamente.