El café es un fetiche para personas de todo el mundo y, sin duda, una de las bebidas más populares en la historia de la humanidad. Se discute el origen del nombre café, y la creencia más popular es que se traduce como fuerza y energía.
La magia del café se debe a las riquezas de la naturaleza descubiertas en la antigüedad. Según la leyenda, los frutos de la planta fueron descubiertos por un pastor en el siglo IX. Mientras pastaba a sus cabras, observó que ganaban energía después de comer los frutos de la planta. Por lo tanto, desde la antigüedad hasta el presente, el café ha ido aumentando en popularidad como bebida fortalecedora.
Entre las variedades de café más comunes se encuentra el café latte.
¿Qué es un café latte?
El café latte a menudo se ha comparado con capuchino porque son similares en el método de preparación. El latte se prepara con café espresso y leche sin espuma.
La receta del Cafè Latte Clásico requiere una proporción de 3:1 de leche a café. Generalmente se acepta que la cantidad de espresso debe ser de 30 ml y 90 ml de leche respectivamente.
La diferencia con el capuchino es que con él la proporción de las cantidades entre espresso, leche y espuma es completamente igual.
Para reconocer un buen café con leche (café latte), basta con seguir la cantidad de espuma. A diferencia de la exuberante espuma del capuchino, la espuma del café con leche debe ser bastante ligera y suave.
Una tendencia popular es servir café latte con dibujos en la espuma hechos por los baristas.