Matcha es un té verde japonés de alta calidad y finamente molido que tiene una historia centenaria. Tiene su origen en la planta de hoja perenne Camellia Sinensis. La historia nos cuenta que apareció hace más de 800 años, cuando un monje budista trajo el elixir de la vida desde China y plantó un árbol llamado Matcha. Traducido literalmente, Mas-cha significa Té en polvo.
A diferencia del té normal, Matcha se cultiva de una manera especial y se presta la mayor atención a su cosecha. Es importante, justo antes de la cosecha, "sombrear" para que se acumulen grandes cantidades de clorofila en sus hojas.
Las hojas del árbol de té, una vez recolectadas, se muelen totalmente a mano con grandes piedras de granito. Este es un trabajo extremadamente intenso en mano de obra y or esta razón su precio es alto. Solo se obtienen 40 g de polvo en una hora de trabajo manual. Curiosamente, este proceso de trabajo no ha cambiado hasta el día de hoy.
El té verde es conocido desde hace muchos años por sus beneficios para la salud de los seres humanos, pero el té Matcha ofrece muchos beneficios, hasta 10 veces más de sustancias beneficiosas para el cuerpo humano.
Las hojas de Matcha contienen una alta concentración de catequinas, clorofila y otras, y estas, a su vez, contribuyen a energizar, acelerar el metabolismo y mejorar en general las funciones vitales del cuerpo.
El té Matcha es una panacea natural con sus aminoácidos y fibra natural, fortalece el sistema inmunológico, nos hace sentir mejor, llenos de energía, ayuda a reducir el peso corporal, reduce el colesterol.
Cada sorbo de té aromático Matcha nos trae aliento de mar, frescura de montaña. No es casualidad que se le llame el elixir de la Vida.
Existe un procedimiento para hacer té Matcha, e incluye varios puntos:
1. Vierta el agua 90-100ºC en un tazón de porcelana tradicional para Matcha, llamado chawan, y coloque la cuchara tradicional, agitador, llamado chasaku. Deje reposar el agua durante unos minutos. De esta forma se calienta la taza y se abren los poros de la porcelana.
2. Retire la chasaku y el chawan, retire también el agua del recipiente y seque con una toalla de algodón.
3. Vierta 2 g de té en el tazón/cuenco, eso es dos cucharaditas.
4. Vierta 70-80 ml de agua con una temperatura de 80-85 grados, es importante que el agua no esté hirviendo.
5. Con la cucharadita comienza a revolver en zigzag hasta que el té en polvo se disuelva por completo.
6. ¡Disfruta de este té único!
Por supuesto, esta es una ceremonia de té y difícilmente podría realizarse fuera de Japón, por lo que es bastante posible prepararla de una manera mucho más sencilla, lo único importante es observar los grados del agua.
