Los huevos de codorniz son una verdadera bomba de vitaminas a pesar de su tamaño modesto. Aunque pesan solo 10-12 gramos, son extremadamente ricos en microelementos y vitaminas y tienen un efecto antibacteriano, inmunomodulador y antiedematoso pronunciado, además, no contienen colesterol.
Aunque se recomienda que los huevos de codorniz se consuman crudos, porque en el proceso de tratamiento térmico se pierden gran parte de sus valiosos nutrientes, a muchas personas les gustan cocidos.
A diferencia de los huevos de gallina, que se vierten con agua fría y luego se cuecen, los huevos de codorniz se dejan caer directamente en el agua hirviendo porque no hay peligro de que exploten. Para obtener huevos pasados por agua, debe cocer los huevos de codorniz durante solo 1 o 2 minutos. Están duros después de 5 minutos de ebullición.
Unas buenas ideas de recetas con huevos de codorniz son: rollo de carne con huevos de codorniz, y ensalada de salmón y huevos de codorniz impresionará hasta a los glotones más grandes.