Los higos son frutas fáciles de pelar. Es mejor hacerlo cuando estén maduros y frescos.
Después de haberlos lavado cuidadosamente, el pelado de los higos se realiza de la siguiente manera:
La fruta se intercepta de la forma que más le convenga. Con la otra mano, rompa el mango (si lo hay). Tira la piel fina suavemente, retirándola así.
Luego se vuelve a enganchar otra parte de la piel. Se vuelve a pelar de la misma forma.
La fruta se coloca en un recipiente y se continúa con el siguiente. Después de algunos intentos, se adquiere destreza y el proceso de pelar un higo se vuelve elemental.
También se puede improvisar. Con un poco de paciencia se obtienen higos perfectamente enteros y bien pelados.
También existe una variante en la que retiramos solo la parte que va a lo largo del mango. Así, la parte buena queda para el consumo.
También he visto higos secos pequeños que están pelados pero tienen tallo. Se puede utilizar una herramienta para lograr este efecto. La piel fina justo debajo del manguito se coge y nuevamente se tira hasta la parte superior de la fruta.
La piel de los higos es comestible y sólo se quita si la receta lo requiere. Los higos limpios se pueden utilizar inmediatamente.
Puedes utilizarlos, así como los higos sin pelar, en deliciosas recetas de mermeladas de higo, pasteles de higos u otros postres de higos.
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