Puedes hacer fácilmente tus propios picatostes para acompañar sopas y cremas, así como unas ensaladas.
Cualquier pan, incluido el del día anterior, es adecuado para hacer picatostes. No importa si es blanco, integral, de centeno, etc. Lo importante es que no tenga moho y esté en buen estado.
El pan se corta en cubitos pequeños.
Extienda los cubos en una bandeja con un poco de aceite de oliva o mantequilla, luego revuelva. Si quieres picatostes completamente dietéticos, no les pongas nada de grasa.
Para que los picatostes estén dorados y crujientes, precalienta el horno a 180 grados, mientras cortas el pan. Coloca la bandeja con los cubitos cortados en el horno, cuando el color cambie, apaga el horno y deja que los picatostes se sequen por completo mientras se enfría.
Puedes preparar picatostes con distintas especias para enriquecer el sabor de la sopa, plato o ensalada a la que los vayas a añadir.
Los picatostes son muy sabrosos si se preparan con muy poca grasa y sal. Acompañan hasta la cerveza y son un sustituto perfecto de las palomitas de maíz para las tardes en el sofá delante la tele.
También puedes hacer picatostes en una sartén. Cortar el pan en cubos y fríelos en una sartén de teflón o normal.
Unos picatostes de mantequilla puedes preparar con 200 gramos de pan del día anterior, media taza de leche, 2 cucharadas de mantequilla y sal al gusto. Por supuesto, el pan se corta en cubos.
Los cubitos se mojan brevemente con leche y se fríen en mantequilla, removiendo constantemente hasta que se forme una costra dorada y crujiente.
Si tienes a mano unos picatostes crujientes, no dudes en prepararte:
o una deliciosa sopa de brócoli;
