La fritura al baño de aceite es una de las tres formas principales de freír con grasa. Es un método ampliamente preferido de procesamiento culinario, ya que el producto frito permanece jugoso por dentro y adquiere una costra crujiente por fuera.
¿Cómo hacer un baño de aceite?
Para freír en baño de aceite se necesita una olla honda, no una sartén. El recipiente no debe ser de acero, hierro fundido o estaño, porque la alta temperatura puede derretir y oxidar el estaño. Además, no se debe llenar de grasa más de la mitad, ya que cuando se coloca el producto su volumen aumenta y puede salpicar. La relación entre el peso de la grasa y el peso del producto colocado debe ser de al menos 4:1.
Antes de comenzar a freír el producto, asegúrese de que la grasa esté suficientemente caliente. De lo contrario, el producto absorberá el aceite, lo que cambiará su sabor y, después de la cocción, se volverá aceitoso.
Un error común es permitir que la grasa se sobrecaliente. Esto no debería ocurrir, ya que cuando la grasa se sobrecalienta, pierde sus propiedades nutricionales, y el producto frito queda crudo por dentro y quemado por fuera.
Cuando se alcance la temperatura de fritura requerida, deje que el producto "flote" en el recipiente. Al freír en baño de aceite, la grasa cubre los productos uniformemente por todos lados, por lo que no es necesario darle la vuelta. Puedes sacarlos cuando adquiera una costra de color dorado.
Es recomendable, después de sacar los alimentos fritos, dejarlos sobre papel de cocina o sobre un colador o rejilla para que escurra el exceso de grasa.
En baño de aceite se pueden hacer buñuelos, calamares rebozados, bollos fritos o quesos empanados.