No hay nada peor que estar horas haciendo pollo asado y quede seco. Tan seco que todos tenían que alcanzar sus vasos de agua en cada bocado.
Cocinar un pollo tierno y jugoso no es una tarea tan fácil como parece. Aunque los muslos y las alas son generalmente más tiernas, de ahí viene la gran dificultad para hacer las pechugas jugosas, ya que tienen una particular sequedad.
Instrucciones:
1. Hay dos opciones para preparar el pollo antes de cocinarlo. Lo primero es preparar una salmuera de sal y agua y sumergir el pollo en ella durante varias horas. La sal hará que el pollo quede mucho más tierno, ya que permitirá que la carne absorba el agua.
La otra opción es marinarlo en mantequilla/aceite de oliva y especias, lo que también da jugosidad al pollo. Esta opción se recomienda para pollos de engorde más pequeños (o partes de ellos). Las hierbas que elijas condimentarán el plato de una manera única.
2. No quitar la piel. Cualquiera de las dos opciones para preparar el pollo que hayas elegido, lo importante es que la carne remojada no se seque rápidamente al hornear. A esto ayuda la piel, que retiene su humedad y jugosidad hasta cierto punto. Si no eres fan de la piel, retírala, pero solo después de sacar el pollo del horno.
3. Una parte importante del asado es cómo le das la vuelta al pollo. Nunca pinche con tenedores o un cuchillo mientras cocina, ya que esto permitirá que la marinada y la humedad agregada se evaporen rápidamente. Dale la vuelta con utensilios planos.
4. La otra opción para hornear es cubrirlo con papel aluminio. Esta es una técnica francesa de guisar la carne bajo papel de aluminio o papel pergamino. El método es adecuado para asar partes más pequeñas del pollo y no es muy conveniente para un pollo entero.
Antes de colocar los trozos de carne en el papel de aluminio, sazónelos bien. Luego es necesario empaquetarlos bien para que no queden huecos. Hornear a 230 grados durante unos 25 minutos.
También se puede hornear un pollo entero debajo de papel de aluminio, que debe retirarse 20 minutos antes de sacarlo del horno.
5. Después de sacar el pollo, los maestros chefs recomiendan dejarlo "al revés" durante unos 15 minutos, con la pechuga apoyada en el plato. De esta manera, los jugos irán a las pechugas y las harán extra jugosas y deliciosas.
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