La carne es un producto a partir del cual se pueden preparar muchos platos deliciosos, pero para que sean jugosos y aromáticos, debe seguir algunas reglas básicas. Por ejemplo, muchas personas pasan por alto la importancia de congelar y descongelar correctamente el pollo. Estas manipulaciones aparentemente simples pueden cambiar seriamente la textura y el sabor de la carne, y también dejarla seca y dura o incluso echarla a perder.
Sutilezas al congelar y descongelar carne de pollo
El principal error al congelar carne en casa es el tamaño de la pieza. Muchas amas de casa inexpertas meten en el congelador grandes trozos de carne, es decir, no la cortan en trozos de antemano. Por lo tanto, los bordes se congelan primero, luego el medio y al final, el centro.
La congelación desigual tiene un efecto destructivo en la estructura del producto y también en el sabor. Por eso, incluso si preparas tu comida como los mejores chefs, la carne permanecerá seca e insípida.
Es importante recordar que los desgarros en los microtejidos que se producen durante la congelación de la carne provocan la pérdida de su jugosidad. Para evitar que esto suceda, el producto debe dividirse en partes pequeñas.
Para evitar la aparición de manchas blancas al descongelar la carne, puedes rebozarla previamente con aceite de oliva. Sin embargo, tenga en cuenta que su vida útil no es más de 3 meses.
También está terminantemente prohibida la descongelación rápida del pollo, es decir, con agua caliente. Esto hará que la carne pierda su sabor y jugos cuando se cocine después. Para evitarlo, se recomienda descongelar los muslos de pollo, las alitas o la pechuga de pollo de forma lenta y gradual.
Para hacer esto, transfiera el pollo al refrigerador en el estante superior (esta es la temperatura más adecuada). Debe reposar de 8 a 12 horas (todo depende del tamaño de la pieza). Luego coloque el producto en el estante del medio, y cuando el pollo se ablande, puede sacarlo del frigorífico y ponerlo sobre la mesa. Esta es la única manera de preservar la textura y el sabor de la carne.
Observando estas fáciles y sencillas sutilezas a la hora de descongelar pollo, tu pollo siempre quedará jugoso, suave y tierno. Estos principios de descongelación también son relevantes para otros tipos de carne, y esto es especialmente cierto para la carne de cerdo y de ternera, ya que se volverán duras e insípidas si se descongelan incorrectamente.
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