Las legumbres son especialmente apreciadas en la cocina tradicional española. Basta con abrir las páginas de cualquier libro de cocina y encontrarás decenas de recetas de guisos con alubias y sopas de alubias, como también guisos de garbanzos, potajes, etc.
Las legumbres son una gran fuente de fibra y proteínas, pero a pesar de esto muchas familias limitan su consumo por evitas problemas gastrointestinales y dolencias estomacales.
Pero, las amas de casa con mucha experiencia saben muy bien que las sustancias nocivas como las saponinas y las lecitinas que contienen las alubias y los garbanzos, pueden eliminarse fácilmente mediante un remojo prolongado y la eliminación obligatoria del primer agua durante la cocción.
Incluso aquellos cocineros que no saben que remojar las alubias y garbanzos ayuda a eliminar las irritante saponinas y lecitinas, prefieren dejar en remojo alubias y garbanzos para reducir significativamente su tiempo de cocción.
Por supuesto, no sera un problema cocinar alubias o garbanzos incluso sin dejar en remojo previo, solo que en este caso te aconsejamos que te armes de tiempo y paciencia.
El tiempo de remojo de los garbanzos y las alubias se determina según la variedad de las legumbres y de si los estás remojando en agua fría o caliente. Remojar en agua tibia acorta el proceso, mientras que remojar en agua fría nos puede llevar varias horas de espera.
Muchos defensores de la nutrición natural creen que las alubias y los garbanzos no deben remojarse solo durante la noche, sino por mucho más tiempo. Recomiendan hacerlo durante al menos 18-24 horas, cambiando el agua cada pocas horas.
El agua en la que han estado en remojo las alubias o los garbanzos debe desecharse y las legumbres se lavan. Se vuelven a cubrir con agua nueva y se hierven. 10-15 minutos después de hervir, desechar la primera agua, verter otra nueva y hervir las legumbres hasta que estén listos.