La chía es conocida desde los indios sudamericanos y posteriormente viene a Europa. Hoy en día se considera el alimento del futuro porque es baja en calorías, pero da mucha energía y contiene fibras beneficiosas para la salud. Le presentaremos brevemente las formas de preparar la chía, así como su historia.
La regla es mezclar una cucharada de semillas de chía con 1 taza de agua. En media hora o un poco más, las semillas absorberán el liquido y lo convertirán en gelatina vegetal. Esta reacción de gelificación se debe a las fibras solubles contenidas en las semillas de chía.
Según los nutricionistas, el mismo fenómeno del efecto gelificante ocurre en nuestro estómago, la gelatina crea una barrera física entre los hidratos de carbono y las enzimas digestivas que los descomponen, lo que ralentiza la conversión de los hidratos de carbono en azucares.
La chía es muy beneficiosa para los diabéticos. Disminuye la conversión de carbohidratos en azúcar y crea requisitos previos para la resistencia. Los carbohidratos son el combustible que da energía a nuestro cuerpo. Prolongar su conversión a azúcar conduce a la estabilización de los cambios metabólicos y a la reducción de las ondas alternas de niveles altos y bajos de azúcar, creando así un efecto más duradero de esta especie de "suministro de combustible".
El consumo de chía inició con los antiguos aztecas. Las semillas de la cultura son conocidas en Centro y Sudamérica como "alimento para correr", ya que la chía aporta mucha energía al cuerpo humano. Se cree que los aztecas se alimentaron principalmente con chía durante sus conquistas. Con una cucharada de chía los hombres podrían aguantar hasta 24 horas sin comer nada más. Gracias a la energía que le daban estas semillas, corrían desde el río Colorado hasta la costa de California para comerciar.
¿Que se puede preparar con Chía?
1. Puedes beberla.
Ponga las semillas de chía en un vaso de agua y bébalas. Ponga la chía en cualquier liquido - café, té, agua o zumo de fruta, revuelva y deje reposar por un minuto o dos para que se empape bien. Si los dejas en remojo durante más tiempo, se convertirán en un gel y podrás comerlo con una cuchara. El gel sabrá como el liquido en el que se remojan las semillas, y puedes ponerlo en un recipiente y guardarlo en el frigorífico para su posterior consumo como un delicioso postre.
2. Con chía puedes espolvorear cualquier comida, ensalada, pescado, verduras, sopas o agregarla al yogur y cualquier cosa que se te ocurra.
3. Una de las formas más comunes de consumo es remojando las semillas de chía. Las semillas absorben una gran cantidad de agua muy rápidamente, por lo general hasta en 10 minutos. Puede hacer un pudín o gelatina agregando 1/3 taza de semillas a 2 tazas de agua. Revuelve bien para que no queden grumos y luego coloca en un bote con tapa.
La chía contiene proteínas, antioxidantes, calcio, potasio, hierro. Por eso es buena para las dietas sin gluten. Es un superalimento porque da mucha energía. Además, estas semillas son ricas en ácidos grasos omega 3 y tienen boro, un mineral que ayuda a transferir el calcio a los huesos.
Se puede hacer pudín de chía o chía remojada en leche. Son geniales para un desayuno saludable.
