Las setas, champiñones y hongos en común son extremadamente sensibles a la temperatura. Se echan a perder rápidamente, y todos sabemos lo peligrosos que son las setas en mal estado. Para conservarlas durante más tiempo, puedes congelarlas. Las setas y champiñones frescos no se pueden colocar directamente en el congelador.
Primero hay que limpiarlos bien sumergiéndolos en agua con unas cucharadas de harina. Frote los champiñones con esta mezcla, luego lávelos bien con agua. Luego séquelos y corte los que son más grandes. Metemos al congelador durante media hora, luego sácalos y colócalos en bolsas que sean aptas para congelar.
Blanquearlos es otra forma de almacenar los champiñones. Si no tienes pensado conservar los champiñones en el congelador más de 3 meses, mejor no utilices este método, porque se endurecen. Si deseas blanquearlas o escardarlas, rocíelas con agua mezclada con jugo de limón y póngalas en agua hirviendo durante 3-5 minutos.
Enfriarlos y ponerlos al congelador. Otra opción es freír las setas o champiñones limpios en un poco de aceite. Luego enfríelos y póngalos en recipientes herméticos en el congelador. Los champiñones bien congelados pueden durar hasta 10 meses, pero ten en cuanta que su sabor puede haberse deteriorado.
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