El calabacín es una hortaliza de principios de primavera que se prefiere durante todo el verano por su buen sabor y precio muy asequible. Los calabacines se pueden preparar en muchos platos, agregándolos a guisos, sopas, arroz, y quedan maravillosos para hacer albóndigas, fritos o a la parrilla, incluso ponerlos en la moussaka.
Por esta razón, muchas amas de casa quieren tener calabacines en conserva que puedan utilizar incluso durante los fríos meses de invierno. Aquí hay ideas sobre cómo almacenarlos exactamente.
Para conservar los calabacines más frescos durante mucho tiempo, conviene guardarlos en el frigorífico. Lo mejor es dejarlos enteros. Mételos en el compartimento de verduras del frigorífico. De esta manera, se pueden almacenar durante varios días, pero no exageres con la espera: se echan a perder de repente, no esperes más de 3 días.
Si quieres guardar calabacines en el congelador hay varias formas, pero hay que tener en cuenta que el sabor y la textura del calabacín no se conserva por completo. Después de congelarlo una vez, queda más blando al descongelarlo.
Si has decidido congelar los calabacines para la fría temporada de invierno, una forma es cortarlos en cubos que puedas utilizar para diferentes platos.
También puedes cortarlos en rodajas o daditos y volver a guardarlos en el congelador. Pero si has elegido esta opción, es bueno escaldarlos no más de 2 minutos antes de guardarlos (el calabacín es una verdura frágil) y dejarlos escurrir muy bien.
No te equivocarás si los fríes, los sazonas con eneldo y ajo y los congelas de esta manera. Una vez llegado el momento de descongelar, también puedes meterlos en el microondas.
La conservación del calabacín se puede realizar de varias formas diferentes. Corta los calabacines prelavados en rodajas, tal vez en dados, como te resulte más conveniente.
Los pones en un frasco, les agregas agua y aspirina (dos pastillas por un frasco de 750-800 ml de capacidad) y luego los hierves durante no más de 5 minutos al baño maría. Preparados de esta forma, también puedes utilizarlos para freír y cocinar.
Otra opción para hacer calabacines en conserva es cortarlos en dados y ponerlos en frascos, añadir sal, eneldo y una aspirina. Los frascos se deben hervir al bano maría durante unos cinco minutos.
