Paseando por el supermercado llegamos a la carne y, más concretamente, a la carne de pollo. Lo que hay en los estantes: pollos enormes con muslos bellamente formados y piel brillante. Se pregunta qué comprar, cuál de los pollos gigantes elegir. ¿El del tamaño mediano o el pollo gigante de la otra parte de la estantería?
Elige aquel que haya sido criado en un corral y ha sido alimentado con piensos naturales. Por desgracia hoy en día es dificil saber esto con certeza. Casi todos los pollos que hay en las carnicerías y supermercados están tratados con quimicos, antibióticos y diferentes mezclas que les hacen aumentar de peso rápidamente.
Los expertos aseguran que lo único que perjudican estas mezclas es a nuestro bolsillo. Compramos un pollo que es grande sólo a primera vista, tiene alrededor del 40% de líquidos inyectados en su carne.
Algunos fabricantes añaden a la carne de pollo una solución salina, que en sí misma no es dañina, pero es obligatorio que en el paquete haya una etiqueta que indique esto.
Otra forma de comprar menos por más es por el contenido de agua en los pollos. Hay un límite permisible y es alrededor del 3%, pero hay productores que se permiten agregar más agua, lo que prácticamente significa que nos están mintiendo con el precio.
La inyección de líquidos en el pollo no sólo se hace para aumentar el precio: estas soluciones también aumentan la vida útil y la ternura de la carne. Para aumentar el peso y la forma, a los pollos también se les añade salmuera de fosfatos, citratos, xantano, goma guar y otros; a menudo se excede la dosis permitida de estas sustancias y dañan nuestros riñones y nuestro hígado.
Otra cosa que se les inyecta a las gallinas son las hormonas para un rápido crecimiento. Las investigaciones realizadas en el mercado de todas las empresas muestran que no hay un solo pollo que no contenga hormonas, solución salina o agua.
La mayor parte de las hormonas están en los muslos de pollo, y más concretamente en los izquierdos, porque es donde se inyectan estas sustancias. Los especialistas afirman que se trata de hormonas femeninas.
Tampoco se deben descuidar los antibióticos que se les ponen a las aves, así como lo que se les da de comer. Por último, pero no menos importante, también se debe prestar atención a la falta de movimiento: normalmente muchas gallinas se crían en espacios pequeños.
Se trata de falta de movimiento, comida monótona, diversas sustancias que se introducen en su cuerpo y, posteriormente, en el nuestro. Todas estas sustancias contenidas en la carne de pollo consiguen que el pollito crezca rápido y se hace gordo en no más de 40 días.
Si ya has comprado pollo fresco en la tienda, te podemos recomendar que hagas deliciosa sopa de pollo, guiso de pollo, croquetas de pollo o por qué no el clásico pollo con patatas.