Para hacer fermento natural para pan, debe seguir algunas reglas bien definidas. En primer lugar, preste atención al contenedor en el que lo "cultivará". Lo mejor es un frasco de vidrio/cristal estándar con una tapa de metal perforada. Luego la harina: es apropiado comenzar con centeno o trigo integral. Sin embargo, después de un tiempo (alrededor de una semana), es bueno cambiar a harina blanca de trigo, porque es menos probable que albergue microorganismos no deseados.
Al dar los primeros pasos, no es necesario desperdiciar mucho material: tres cucharadas de harina y la misma cantidad de agua son suficientes. Cuando la levadura sube, (al menos) duplica su volumen. Para ello, no debes poner mucho material, ya que al cabo de unos días la cantidad de fermento natural será enorme.
Para no pensar constantemente en cantidades y proporciones exactas, proceda de la siguiente manera: raspe la mitad de la masa fermentada y agregue nuevamente 3 cucharadas de harina con un poco de agua. Algunas personas prefieren una proporción de 5 cucharas/taza, etc.
A la hora de preparar fermento natural debes tener en cuenta que cuando prepares una nueva dosis, debes desechar la mitad de la anterior. Si no lo hace, matará de hambre a la levadura porque a medida que crece, también lo hacen sus necesidades nutricionales.
La clave para hacer el producto es la densidad. Si es demasiado raro, los procesos se llevan a cabo tan rápido que no los nota: fermenta, se sobrecalienta y "muere" sin avisarle. Por eso se prefiere la masa madre más dura. Su temperatura debe estar entre 20-25 grados. Si se enfría, la levadura no morirá, pero sus procesos vitales se ralentizarán.
El fermento natural debe ser alimentado, al menos dos veces al día. A veces, especialmente si hace más calor, puede crecer bastante rápido y debe alimentarse con más frecuencia. Aún así, si es lo suficientemente espeso, solo puede alimentarlo dos veces durante todo el período de subida.
Productos necesarios:
2 rebanadas de pan de masa madre, 6-8 cucharadas harina de trigo integral, 100-150 ml de agua
Modo de preparación:
Las rebanadas de pan con masa madre se parten en un recipiente de vidrio. Agregar la harina, el agua, mezclar y tapar con un paño suelto o tapa perforada. El espesor debe ser como masa para pasteles.
El fermento natural se alimenta todos los días (quizás dos veces) y se remueve regularmente con un utensilio no metálico. El pan no tiene que estar completamente disuelto, especialmente si tiene una corteza.
La masa madre natural está lista después de 3-4 días. En este caso no necesita reservar fermento para el próximo amasado: su pan servirá como iniciador para la próxima elaboración de fermento natural.
Y si no funciona a la primera, no dejes de intentarlo, porque los alimentos preparados con masa madre casera son muchas veces más sabrosos y saludables que los de compra.