El chucrut marcha triunfalmente a través de los tiempos y está irrevocablemente presente en la cocina de muchos países. Hay miles de recetas y métodos de preparación, pero el resultado es que todo el mundo aprecia el sabor y los beneficios del chucrut.
Sin embargo, existen reglas básicas para preparar chucrut que se deben seguir para que el proceso de fermentación se desarrolle correctamente y al final se disfrute de algo sabroso y saludable.
Para poner el repollo a fermentar, lo mejor es utilizar recipientes de cristal o esmalte y en ningún caso plástico o galvanizado. Para hacer peso y presionar el repollo, es adecuada una piedra de granito o un recipiente de vidrio lleno, en ningun caso recipientes metálicos.
El chucrut ya fermentado se conserva a una temperatura entre 0 y 2 grados. No es recomendable congelarlo, porque se vuelve blando, cambia de color a beige y pierde sus propiedades beneficiosas.
Se debe tener cuidado de que el repollo quede completamente cubierto de jugo durante el almacenamiento, de lo contrario comenzará a oscurecerse y cambiar su sabor. Cuando el repollo no está en el jugo, la vitamina C que contiene comienza a descomponerse.
El chucrut es muy rico en vitaminas. Solo doscientos gramos cubren casi la mitad del requerimiento diario de vitamina C. El repollo fermentado también contiene vitamina B6, que ayuda a absorber mejor las proteínas, por lo que se recomienda servirlo como guarnición de platos de carne.
Además de vitaminas, el chucrut contiene una gran cantidad de ácido nicotínico, que garantiza el curso normal de procesos celulares de vital importancia y aporta brillo al cabello y fuerza a las uñas.
También contiene muchos oligoelementos como potasio, hierro, magnesio, zinc. El chucrut es un excelente agente profiláctico contra las úlceras de la pared abdominal y del duodeno.
La estructura del repollo favorece una mejor digestión y mejora la microflora del tracto gástrico. En general, fortalece la inmunidad y regula el metabolismo. También tiene un efecto curativo sobre los dolores de estómago.
También es bueno mantener la figura. Su contenido calórico es incluso menor que el del repollo fresco. Al mismo tiempo, cuando se consume crea sensación de saciedad. El ácido tartrónico contenido en el repollo previene la conversión del azúcar y otros carbohidratos en grasa.
Aunque el beneficio del chucrut es indiscutible, se debe tener precaución al consumirlo si se padece acidez estomacal elevada, enfermedad pancreática, insuficiencia renal, cálculos biliares o hipertensión.