Saltear del francés significa rebotar, por el movimiento que se produce mientras se saltea la comida. El salteado es una técnica de cocción que utiliza muy poca grasa, pero la temperatura del fuego debe ser muy alta.
Los productos que queremos saltear deben cortarse en rodajas finas, lo que garantizará una cocción más uniforme y rápida. Las ventajas de los alimentos salteados son que se vuelven muy sabrosos y tiernos. Saltear difiere de freír en que la segunda técnica usa mucha grasa.
Necesitas una sartén ancha de fondo grueso. Coloque las verduras troceadas en la sartén, asegurándose de que estén en una sola capa y no en un montón. Debe haber una pequeña distancia entre ellas, porque de lo contrario el salteado no se realizará con éxito.
Antes de verter los productos para saltear, engrasar la sartén con aceite o aceite de oliva, calentar bien y añadir las verduras. Darles la vuelta con cuidado, y si salteas carne, basta con darle la vuelta una sala vez por cada lado.
Es muy importante que la grasa esté bien caliente para conseguir una costra crujiente de los productos. Cualquiera que sea la grasa que elijas para saltear (aceite de oliva, aceite de girasol, etc.) debes verterla en el fondo de la sartén, pero no más, porque de lo contrario no obtendrás el efecto de salteado.
Vea algunas recetas para: patatas salteadas, champiñones salteados y corazones de pollo salteados.
