Podemos deshidratar las fresas de varias formas - al aire libre, en el horno o en un deshidratador de alimentos eléctrico.
Deshidratar fresas no es muy fácil. Hay que tener mucho cuidado en este proceso, porque las fresas no son una fruta duradera y se cubren fácilmente de moho.
Para ello, es necesario elegir y recoger fresas que estén en una posición más alta del ramo, que no estén podridas o demasiado maduras. Lo primero en hacer es lavar las frutas y dejarlas secar sobre papel de cocina o un paño limpio.
Las fresas secas se cortan en rodajas o láminas uniformes.
1. Deshidratar fresas al aire libre
Necesitará periódicos y papel grueso. Coloque unas cuantas hojas de periódico sobre una superficie plana y cúbralas con una hoja de papel grueso. Luego coloca las fresas en rodajas encima dejando espacio entre ellas.
Las fresas dispuestas de esta manera se mantienen al sol durante unos 4 días.
2. Deshidratar fresas en el horno
Disponer las fresas troceadas en una bandeja cubierta con papel, de nuevo con distancia entre ellas.
Seque a 50-60 grados con la puerta del horno medio abierta en todo momento. De esta forma, la humedad no se acumulará y será reemplazada por aire seco. Así el proceso de secado será más rápido.
Después de una hora y media, retire la bandeja. Deje que las fresas se enfríen, luego voltéelas. Vuelva a meter al horno durante una hora y media aproximadamente.
Necesitará entre 8 y 10 horas para deshidratar las fresas mediante este método.
3. Deshidratar fresas en deshidratador de alimentos
Coloque las fresas en láminas o rodajas bien juntas en las bandejas de la maquina. Ajuste la temperatura a 55-60 grados. Durante el secado debe ir cambiando la posición de las bandejas varias veces para que el secado sea más uniforme.
Las fresas son extremadamente beneficiosas y puedes agregarlas a tus preparaciones dulces como pasteles y bizcochos, o en tus batidos y cócteles y también en el muesli para el desayuno. Decidas lo que decidas, no te equivocarás.