La fresa pertenece en un genero de plantas de la familia de las rosáceas y es la única fruta en el mundo cuyas semillas se encuentran en el exterior de su piel.
Las fresas con su sabor fragante y dulce son la fruta más popular del mundo. Hay más de 600 variedades de fresas, que difieren en sabor, tamaño y textura. También hay variedades de fresas, que se cultivan y otras que crecen silvestres. Las fresas silvestres son mucho más pequeñas de tamaño, pero tienen un sabor distintivo mucho más fuerte.
Historia de las fresas
El cultivo de fresas comenzó antes de la era cristiana y fueron veneradas entre muchos de los antiguos romanos. Tras la caída de Roma, las fresas perdieron su popularidad, que volvió a Europa en la Edad Media. Durante este tiempo, se comienzan a apreciar sus propiedades curativas.
En 1714, ingenieros franceses enviados a Chile y Perú describieron que las fresas de esta región eran mucho más grandes que las que se cultivaban en Europa. Trajeron esta variedad a Francia, pero las plantas no prosperaron hasta que hubo un cruce entre esta especie y una variedad de fresa norteamericana que se plantó cerca. El resultado fue un híbrido de fresa, que es grande y dulce y ganó rápidamente popularidad en Europa.
Hasta mediados del siglo XIX, las fresas se consideraban una fruta de lujo y solo las consumían los ricos y la gente de clase alta. Hoy, Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Japón, Australia y Nueva Zelanda se encuentran entre los mayores productores comerciales de fresas.
Composición de las fresas
Las fresas son una excelente fuente de vitamina C y manganeso. También son una muy buena fuente de fibra dietética y yodo. Además, las fresas están ricas en potasio, ácido fólico, vitamina B2, vitamina B5, vitamina B6, ácidos grasos omega 3, magnesio, cobre y vitamina K.
Las fresas también contienen muchos fitonutrientes beneficiosos, incluidos los flavonoides, las antocianidinas y el ácido elágico.
144 gramos de fresas contienen 43, 20 calorías, 0, 88 gramos de proteína y 0, 53 g de grasas.
Selección y almacenamiento de fresas
A la hora de comprar e elegir fresas, es aconsejable pararnos en aquellas frutas que sean firmes, carnosas, sin moho y que tengan un color rojo intenso y brillante. Las fresas medianas suelen ser mucho más fragantes que las que son demasiado grandes.
Como la mayoría de las frutas, las fresas son muy perecederas y, por lo tanto, se debe prestar mucha atención a su procesamiento y almacenamiento. Antes de guardarlas en el frigorífico, se deben retirar todas las fresas que son mohosas o dañadas. También es necesario almacenarlas sin lavar. Almacenadas en el frigorífico se mantendrán frescas por uno o dos días.
Al congelar fresas, deben lavarse y secarse previamente y, en este caso, se conservarán de 8 meses a 1 año máximo. Agregar un poco de jugo de limón a la fruta ayudará a preservar su color.
Fresas en la cocina
Las fresas son una de las frutas más utilizadas en repostería. Con ellas se elaboran unos de los más deliciosos pasteles de fresa, cremas de fresa y tartas con fresas, néctar de fresa y zumos naturales. El cheesecake de fresa es auténtico deleite para los sentidos.
A partir de esta fruta también puedes hacer mermelada de fresa casera, confitura de fresa y dulce de fresa. Asegúrate de probar la limonada con fresas y la sangría de fresas, ¡no te arrepentirás!
Son más beneficiosas y deliciosas en su estado natural, pero las fresas deshidratadas son una gran adición al muesli en invierno. Las compotas de fresa son otra opción para comer fresas en los meses de frío.
Las fresas combinan bien con el champán, la nata y el chocolate. Una de las cremas pasteleras más deliciosas es la de fresa.
Beneficios de las fresas
Las fresas se encuentran entre los alimentos que contienen cantidades medibles de oxilatos, sustancias naturales en plantas, animales y humanos. Cuando los oxilatos se concentran demasiado en los fluidos corporales, pueden volverse azucarados y causar problemas de salud. Por esta razón, las personas con problemas renales o biliares preexistentes deben evitar comer fresas.
Las fresas también contienen bociógenos, que son substancias naturales que se encuentran en algunos alimentos y pueden afectar la función tiroidea. Las personas con problemas de tiroides preexistentes y no tratados deben evitar comer fresas por este motivo.
Los beneficios para la salud de las fresas se pueden resumir de la siguiente manera:
- Las fresas son un potente antioxidante por su alto contenido en fenoles. Al igual que otras bayas y frutas del bosque, son extremadamente ricas en fenoles. En las fresas estos fenoles están representados por antocianinas (especialmente antocianina 2) y elagotaninas. Las antocianinas son responsables no solo del color rojo intenso de las fresas, sino que también son poderosos antioxidantes, que se ha demostrado repetidamente que protegen las estructuras celulares del cuerpo de los efectos nocivos del oxígeno. El contenido de fenoles, las convierte en frutas que protegen el corazón, ayudan a combatir el cáncer y además tienen efectos antiinflamatorios.
- Los fitonutrientes en las fresas promueven una salud óptima;
- El contenido de elagotaninas de las fresas ayuda a reducir el riesgo de cáncer;
- Las fresas reducen el riesgo de degeneración macollar relacionada con la edad, que es una de las principales causas de pérdida de visión en las personas mayores;
- Protección contra la artritis reumatoide
Un estudio muestra que las altas dosis de vitamina C en las fresas protegen contra la poliartritis inflamatoria, una forma de artritis reumatoide.
Daños que pueden causar las fresas
Las fresas son uno de los alimentos que con mayor frecuencia se asocian con reacciones alérgicas. Por esta razón, no deben consumirse en forma pura y aislada para evitar efectos secundarios. Algunos de los síntomas más comunes de las alergias alimentarias son eccema, urticaria, erupción cutánea, dolores de cabeza, estornudos, picor en los ojos, sibilancias, malestar gastrointestinal, depresión, insomnio e hiperactividad.
Para reducir el riesgo de una reacción alérgica, se recomienda consumir fresas con leche o nata, ya que los productos lácteos neutralizan un poco los efectos negativos de los alérgenos.
Uso de las fresas
Además de una serie de valiosos propiedades curativas, las fresas tienen un efecto beneficioso sobre la piel. Se utilizan en la fabricación de mascarillas faciales, tienen un efecto rejuvenecedor y nutritivo. A partir de fresas se puede preparar un peeling con efecto exfoliante. Combaten con éxito el acné y los problemas de la piel. Además funcionan muy bien en los dientes como antiinflamatorio y blanqueador. Para los dientes amarillentos, se recomienda frotarlos con un trozo de fresa.