Los platos con sofritos son una parte indispensable de la cocina tradicional búlgara. Aunque la comida frita no es de lo más saludable, suele estar presente a menudo en casi todas las cocinas del mundo. Las alubias fritas y las lentejas fritas están entre los platos más deliciosos que recordamos de nuestra infancia.
Sin duda, un potaje de alubias blancas es sumamenete apetecible, pero no se puede comparar con unas alubias blancas fritas o alubias a la sartén.
Puedes freír alubias de varias formas, cada una de las cuales tiene sus propias sutilezas. En algunas partes de Europa las legumbres de fríen con mantequilla, en otras con manteca de cerdo o tocino y se añade un poco de harina para espesar.
El clásico refrito para alubias o lentejas se hace con aceite (mantequilla o manteca), harina y pimentón dulce. La preparación es sencilla: se fríe la harina hasta que esté ligeramente dorada, se le añade pimentón y se va diluyendo con el caldo d elas alubias cocidas. Luego s eecha en la olla y se deja al fuego unos minutos más.
Puede freír las alubias de otra forma. Primero, por supuesto, es cocerlas hasta que estén blandas. Luego, en otro recipinete, sofreír 1-2 cebollas hasta que estén blandas, agregar tomates triturados y pimentón dulce.
Cuando se evapore el agua de los tomates, añadir un poco de harina disuelta en agua y luego las alubias cocidas y escurridas. Freír hasta que la salsa espese.
En algunas zonas del norte de Bulgaria, las alubias se fríen sin harina. Primero se cocinan en agua sin sal hasta que los granos estén tiernos y blanditos. En otro recipiente se calienta la grasa.
Las alubias se sacan con una espumadera y se dejan caer en la grasa. Así poco a poco se trasladan todos los granos y se dejan freír. El plato se condimenta con hierbabuena, ajedrea seca y pimentón.
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