La soja texturizada es un sustituto de la carne popular. Se encuentra disponibles en forma de cubitos secos en la cadena comercial. Si se cocina adecuadamente, se vuelve muy sabrosa y se utiliza en varios platos vegetarianos y recetas veganas. Pero si no se siguen algunas reglas básicas, se vuelve dura y difícil de masticar.
¿Qué es importante saber a la hora de preparar soja texturizada? Lo más importante es leer las instrucciones del producto específico y seguirlas.
En general, la soja texturizada se debe cubrir con agua hirviendo en una proporción de 1 parte de soja por 2 partes de agua. Puede que haya más líquido, esto no es un problema, lo importante es que no haya menos. Este es un punto clave a la hora de cocinar con soja texturizada.
Tapa el recipiente en el que quedarán los trozitos de soja con una tapa y déjalo así durante 3 horas o incluso más. El objetivo es que absorban el agua y se hinchen bien. Así se vuelven frágiles. En algunas recetas se sugiere remojarlos en caldo de verduras o leche; este paso queda a su discreción, puede omitirlo.
Luego, la saoja texturizada se lava con agua y se escurre bien, se condimenta con sus condimentos para carne favoritos (curry, pimentón, salsa de soja, pimienta negra, vino tinto, ajo en polvo) y se utiliza en diferentes recetas. Se pueden hornear, freír o guisar o asar en la parrilla en forma de brochetas vegetarianas.
Se pueden saltear con cebollas y champiñones o utilizarla en sándwiches vegetarianos.