Las aceitunas se utilizan mucho en la cocina, como ingrediente para enriquecer una receta o para consumir como parte de un aperitivo.
Tanto las aceitunas con hueso como las sin hueso están disponibles en el mercado, pero ¿cómo deshuesar aceitunas en casa?
En la producción casera, es posible deshuesar las aceitunas mediante dos procedimientos, uno que implica trabajo manual y otro que implica el uso de una herramienta especial para deshuesar. Veamos ambos procedimientos para obtener aceitunas deshuesadas caseras.
Cómo deshuesar aceitunas a mano
Coge la aceituna y colócala sobre una tabla de cortar y empieza a presionarla. El hueso está empezando a salir de la pulpa, a medida que sigas aplicando presión saldrá por completo.
Alternativamente, puedes utilizar un cuchillo pequeño: coloca la hoja plana sobre la aceituna y luego presiona siempre hacia abajo. Este movimiento hace que el hueso se mueva y comience a salir. Continúe aplastando suavemente y tire del cuchillo hacia usted, teniendo cuidado de no utilizar la parte afilada. En este punto se enrolla la aceituna y se desecha la semilla.
Cómo limpiar aceitunas con máquina
El deshuesador de aceitunas es una herramienta muy utilizada en la cocina ya que permite ahorrar tiempo y realizar la operación de deshuesado en tan solo unos segundos.
Al utilizarlo tampoco se pierden las propiedades de las aceitunas, porque a través de su mecanismo extrae el hueso manteniendo intacta la pulpa.
El funcionamiento de esta herramienta es muy sencillo, basta con introducir la oliva en el orificio correspondiente y luego apretar las asas. Este movimiento provoca un agujero en el interior de la aceituna que empuja y saca el hueso sin dañar el resto de la aceituna.
Esta es sin duda la mejor forma de deshuesar las aceitunas, ya que el procedimiento manual requiere tiempo y un poco de técnica para evitar aplastar completamente las aceitunas durante la manipulación.
Cómo cultivar una aceituna a partir de un hueso
¿Es necesario tirar los huesos de aceituna? En realidad no, se puede utilizar para cultivar nuevas plántulas de olivo.
Hay que quitar del hueso la parte pequeña, de color marrón claro, casi verde, una punta dura que puede impedir la germinación.
El esqueje se debe colocar en una maceta pequeña llena de tierra universal. Es necesario colocarlo en el centro aproximadamente a 1 centímetro de profundidad y luego regar.
La maceta debe cubrirse con una bolsa para crear un hábitat húmedo favorable para la germinación y colocarse en un lugar luminoso, pero no expuesto a la luz solar directa. La temperatura ideal es de 15-20ºC.
Haz pequeños agujeros en la bolsa y no riegues. Al cabo de unos 2 meses aparecerá el primer brote y finalmente nacerá la planta.
La plántula de olivo hay que regarla y cuidarla con esmero para favorecer su crecimiento. Por la noche se debe guardar en el interior para protegerla del frío, y durante el día se puede sacar al exterior, pero no a la luz solar directa.
Cuando la planta alcance los 10 cm de altura y tenga al menos 7-8 hojas, llegará el momento del trasplante, con cuidado de no romper las raíces.
La nueva maceta debe tener al menos 15 cm de diámetro, la cual se llenará con tierra mixta de pH 8.
Después de 6-7 meses, la planta crecerá y podrá trasladarse a una maceta más grande o plantarse en el jardín.
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