¿Hay algo mejor que una taza de café aromático para empezar el día?
La bebida caliente favorita de millones de personas en realidad tiene sutilezas en la preparación que pocos conocen.
Lo siguiente contribuye a la preparación de la taza de café perfecta:
- tostar el café;
- la elección de un tipo específico de café;
- el almacenamiento correcto del café;
- molienda;
- la temperatura exacta del agua;
- la cantidad justa de café.
Durante el tueste, el café revela sus aromas y, dependiendo del grado de tueste, desarrolla un sabor ligero o más rico. La elección de un tipo específico de café está determinada por las preferencias individuales de cada amante del café, y también por el precio.
El café Arábica, por ejemplo, se vende a un precio más alto, pero tiene un sabor y un aroma más ricos que el café Robusta más económico , que forma las variedades "fuertes" de café.
Es importante guardar el café en una caja bien cerrada que no permita el contacto directo con la luz y el calor, para que los granos de café no se oxiden y pierdan su frescura.
El café es más aromático cuando se muele inmediatamente antes de la preparación.
Si se muele demasiado grueso, obtendrá una bebida desagradable, con un color transparente.
Si se muele demasiado finamente, adquirirá un desagradable sabor amargo.
La temperatura más adecuada para que el café suelte sus mejores aromas varía entre los 90-97 grados.
Generalmente, la proporción recomendada de café y agua es de 1 cucharada de café por cada 180 ml de agua, pero se puede cambiar según las preferencias personales.
