La miel es uno de los alimentos muy valiosos e indispensables que está presente en el menú de una persona. Tiene algunas de las propiedades nutricionales más valiosas que se conocen desde la antigüedad. Sin embargo, por muy saludable que sea, se debe consumir con moderación y no exagerar porque contiene mucha azúcar de frutas. La miel ejercerá su efecto curativo sólo si se consume en dosis diarias normales.
La dosis para una persona adulta es de unos 100 g al día. Divida la ingesta de miel en varias veces al día: 3-4, porque estos 100 g en ningún caso deben tomarse de una vez. Para los niños pequeños, la ingesta debe ser de unos 30 g al día, repartidos nuevamente en tres dosis. Tenga en cuenta que dosis mayores de miel no sólo no serán curativas, sino que también agotarán el páncreas y ejercerán una tensión innecesaria sobre el cuerpo.
Una cucharada de miel contiene alrededor de 60 calorías, y si la tomas por la mañana con el estómago vacío, te ayudará a quemar grasa más rápido, acelerar el metabolismo y equilibrar las hormonas.
Aunque es muy beneficiosa para el cuerpo, la miel no se puede utilizar como única fuente de alimento, sino sólo como agente curativo, en combinación con otros alimentos. Se puede tomar con limones, con nueces, disuelta en té. No es apta para calentar a altas temperaturas, porque a una temperatura superior a 150 grados pierde todas sus propiedades.
