Batir las claras de huevo hasta convertirlas en espuma no es tan difícil como batir las claras a punto de nieve nieve. Las claras de huevo montadas se pueden añadir a muchos postres como cremas, souffles, pasteles, glaseados, etc., aligerando así la mezcla.
Y aunque montar claras de huevo a punto de nieve no es complicado, hay que seguir algunas reglas para garantizar un buen resultado en todo momento. En primer lugar, el recipiente en el que batiremos las claras debe estar limpio y completamente seco.
No es recomendable que sea de plástico, madera o aluminio, porque generalmente es difícil quitarles la grasa acumulada y es posible que no queden completamente limpios. Luego viene la separación de las claras de las yemas y su batido.
Se recomienda batir las claras que estén a temperatura ambiente porque tardará menos. Se les debe añadir una pizca de sal, además de azúcar, si la receta lo prevé.
Durante el batido, la batidora debe moverse lentamente en una dirección, moviendo con cuidado todas las partes del volumen de claras de huevo. Comience a mezclar a velocidad baja a media y mezcle hasta que se forme una espuma suave.
Si luego continúas mezclando a mayor velocidad, la espuma blanda se convertirá en nieve, cuya firmeza dependerá de la cantidad de azúcar, así como del momento en que se añadió: al principio o al final.