La menta es una hierba aromática, con propiedades maravillosas, siempre que sepamos secarla y almacenarla adecuadamente, que además es muy fácil. Lo importante que deben saber los jardineros, en caso de que la recojan directamente del jardín, es cortar los tallos enteros con las hojas casi hasta el suelo, y esto poco antes de que florezca la menta. Se pueden atar en pequeños manojos y también se pueden arrancar los pétalos uno por uno (mirando la parte inferior de cada uno, ya que a menudo los insectos ponen sus huevos allí).
Podemos lavar la menta o no, dependiendo de si las las hojas están limpias o tienen un poco de tierra (lo cual no es alarmante, porque después de secarse se caerá, y no daña el organismo - al contrario - contiene vitamina B12). Si se lava, despues hay que secarla.
Los manojos se cuelgan en un lugar ventilado, y los pétalos se extienden sobre una hoja de papel de embalaje (embalaje) liso de color gris beige sin tinta (que se encuentra en librerías) y lo cubrimos con otra hoja de papel.
En ambos tipos de secado de menta, deben ser en un lugar sin luz solar directa, ventilado y sin humedad. Las hojas o ramitas se voltean periódicamente y se vuelven a envolver con el papel para que no se llenen de polvo. Después de que todas las hojas estén completamente secas (arrancamos la hierba de los manojos para quitar los tallos) guardamos en un frasco, en una bolsa tejida (lino o algodón) o en una bolsa de papel.
Para un almacenamiento más prolongado de la menta seca, es bueno mantenerla en un lugar oscuro y aireado, para que no tenga la oportunidad de enmohecerse o volverse negra.
La otra opción de almacenamiento que se suele aplicar es congelar la menta, tanto en manojos como en hojas colocadas en un molde para hielo (para decoración y sabor de bebidas frescas y agua con gas).
La menta es una hierba y al mismo tiempo una especia maravillosa, con muchos usos culinarios. Con sus propiedades medicinales, si tomamos infusión de menta, puede mantenernos saludables durante la estación fría. Lo interesante es que incluso seca, cuando lo escaldamos con agua caliente, ¡recupera su frescura y su agradable olor a primavera!
