No necesitas ninguna habilidad culinaria especial ni experiencia en la cocina para fermentar leche o hacer yogur. Hacer yogur en casa sólo requiere seguir al pie de la letra el proceso tecnológico y, por supuesto, una buena higiene.
Para fermentar leche de alta calidad, primero se necesita una materia prima de alta calidad: leche fresca entera. Puede ser tanto casera como comprada - de vaca, oveja, cabra, búfala o incluso mixta. Puedes hacer yogur casero incluso con leche fresca producida con tecnología UHT.
También es importante utilizar una fermento vivo de alta calidad que contenga grandes cantidades de bacterias vivas Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus. Por tanto, durante la fermentación sólo se utiliza la capa superior de yogur sin abrir previamente, de la que no se ha extraído ni consumido.
El proceso tecnológico de fermentación se desarrolla de la siguiente manera. Primero, la leche fresca se calienta hasta que hierva, se retira del fuego y se deja durante 10 a 15 minutos bajo una tapa, después de lo cual se retira la tapa y se deja enfriar a 44-45 grados (también se puede calentar al baño maría). La temperatura se determina con un termómetro de cocina limpio, no sumergiendo el dedo, para no contaminar la materia prima.
Después de eso, el fermento se agrega a la leche enfriada, y su cantidad debe estar entre el 1 y el 5 por ciento de la de la leche fresca. Se deben añadir 40-50 g de yogur (2-3 cucharadas) a 1 litro de leche fresca.
Antes de agregar, se debe batir el fermento en un recipiente aparte con un poco de leche fresca y luego agregarlo al resto de la leche. La leche se mezcla bien y se vierte en frascos limpios y secos que se cierran con tapa.
Deben permanecer durante 3-4 horas en un lugar cálido, para que se produzca la fermentación láctica y la leche quede con una consistencia espesa. Al día siguiente, el yogur está listo para consumir.
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