La piña es una fruta tropical que está disponible en todas las fruterías y supermercados y es un alimento básico en muchos hogares de todo el mundo.
Cristóbal Colón trajo las piñas a Europa después de una expedición a Sudamérica. La piña es famosa por ser una fruta extravagante y exótica que sólo se sirve en los banquetes más lujosos.
Sin embargo, las piñas son conosidas desde hace mucho tiempo y la gente puede disfrutarlas crudas, en compota de piña, secas o en zumo natural.
En América Central y del Sur, la piña es valorada no sólo por su sabor dulce, sino que se ha utilizado durante siglos para tratar problemas digestivos e inflamaciones.
Composición nutricional de la piña
Una taza de trozos de piña fresca contiene aproximadamente:
- calorías - 70-80;
- grasa - 0.2 g;
- colesterol - 0 g;
- sodio - 2 mg;
- carbohidratos totales: 21.65 g (incluidos 16 g de azúcar y 2.3 g de fibra);
- proteína - 0.89 g.
Como porcentaje de tus necesidades diarias, la misma cantidad de trozos de piña fresca aporta:
vitamina C - 131%;
vitamina A - 2%;
calcio - 2%;
hierro - 3%.
La piña también es una fuente de importantes vitaminas y minerales, que incluyen:
- tiamina;
- riboflavina;
- vitamina B6;
- ácido fólico;
- ácido pantoténico;
- magnesio;
- manganeso;
- potasio;
- betacaroteno y otros antioxidantes.
La piña fresca es la única fuente conocida de una enzima llamada bromelina, que puede desempeñar un papel en varios beneficios para la salud diferentes.
Comer frutas y verduras de todo tipo se ha asociado durante mucho tiempo con beneficios para la salud relacionados con el estilo de vida. Muchos estudios muestran que aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal como la piña reduce el riesgo de obesidad, mortalidad total, diabetes y enfermedades cardíacas.
Además, la piel y el cabello lucen mejor, se aumenta la energía y se reduce el peso.
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