El brócoli es una verdura con alto contenido en vitaminas, como la vitamina C, la vitamina A. El brócoli también contiene una sustancia llamada sulforafano, que puede protegerte del cáncer, según la Universidad Estatal de Oregón.
Puede que esta sabrosa verdura de color verde no esté entre las favoritas de los niños, pero es sabrosa y fácil de preparar fresca.
Sin embargo, cuando en determinadas épocas del año no esté disponible en tu supermercado, puedes visitar las vitrinas de congelados donde seguro que la encontrarás. El brócoli congelado es fácil de manejar, barato y igual de rico en sabor.
Cómo preparar brócoli congelado en unos sencillos pasos:
Primero, vierte agua en una olla lo suficientemente grande como para contener el brócoli. Los cristales de hielo adheridos a las verduras congeladas proporcionan algo de humedad, por lo que sólo se necesita un poco de agua. Utilice 1/4 de taza de agua por cada taza de brócoli. Agrega una pizca de sal.
Lleva a ebullición el agua con sal antes de añadir el brócoli congelado a la olla.
Tapa la olla, apaga el fuego y deja que el agua se enfríe o esté ligeramente tibia.
Deja el brócoli durante cinco a ocho minutos después de que el agua se haya enfriado. Haga la prueba de ternura con el tenedor: las púas del tenedor deben entrar en el brócoli sin resistencia.
Escurre el brócoli cocido en un colador. Sazone las verduras con ajo, hierbas aromáticas o espolvoree con queso parmesano antes de servir.
El brócoli congelado es tan tierno y fácil de preparar que no es necesario descongelarlo antes de agregarlo al plato. Se puede agregar directamente a sopas, guisos o más.
Te recomendamos probar nuestras irresistibles cremas de brócoli o este pollo con brócoli.
Consulte también cómo conservar el brócoli y cómo el brócoli ayuda a llevar una vida saludable.
