Las semillas de chía se encuentran entre las más populares súper alimentos. Aunque han ganado popularidad en los últimos años, las semillas de chía se conocen desde la antigüedad. Son representantes de la familia Salvia Hispánica. Las pequeñas semillas blancas y negras se encontraban entre los alimentos básicos de los mayas, incas y aztecas, así como de otras tribus en las tierras del suroeste de Estados Unidos.
Según la lengua maya, la palabra "Chía" significa "Poder". Esta cultura muy antigua utilizaba las semillas como alimento energético muy fuerte. Los embajadores y mensajeros de las tribus siempre llevaban consigo una pequeña bolsa con estas semillas. A la chía también se le llama el "alimento indio para correr" debido a la gran energía que aporta al cuerpo. Ya en el pasado, la gente se dio cuenta de que las semillas de chía energizan el cuerpo y aumentan la resistencia.
Los habitantes de México afirman que una sola cucharada de semillas es suficiente para darnos energía durante 24 horas. El clima y las condiciones de crecimiento determinan en gran medida el valor nutricional de las semillas de chía. Hoy en día, los principales productores de las semillas milagrosas son México, América del Sur y Central.
Composición de las semillas de chía
Las semillas de chía son una increíble fuente de proteínas que suministra al cuerpo aminoácidos fácilmente digeribles. Son la fuente vegetal más rica en ácidos grasos omega-3 y en el extremadamente valioso ácido linolénico, que el cuerpo no puede sintetizar por sí solo.
Las semillas de chía contienen cinco veces más calcio que la leche y tres veces más hierro que las espinacas, el doble de antioxidantes que los arándanos y el doble de potasio que los plátanos. Su composición incluye el mineral boro, grandes cantidades de fósforo, zinc y manganeso.
100 g de semillas de chía contienen 486 calorías, 30 g de grasa, 0 g de azúcares, 16.5 g de proteína, 34 g de fibra, 0 mg de colesterol.
Elección y almacenamiento de semillas de chía
Estas semillas están disponibles en tiendas ecológicas y los grandes supermercados. En el paquete debe estar toda la información sobre el producto y su fecha de caducidad. Las semillas de chía deben almacenarse en lugares oscuros y secos, lejos de la luz solar y la humedad. Al abrir el paquete, si huele a moho o un olor extraño, es un signo seguro de inadecuación.
Semillas de chía en la cocina
Las semillas de chía tienen un sabor a nuez muy ligero, por lo que son muy adecuadas para añadir a ensaladas, pastas, platos varios, bebidas. Apenas cambian el sabor de los platos a los que se añaden, pero al hincharse más bien cambian su consistencia. De esta forma prolongan la sensación de saciedad.
Las semillas de chía se pueden utilizar para enriquecer zumos y batidos vitamínicos, que posteriormente se vuelven más espesos. Las semillas de chía también se pueden consumir en forma de brotes crudos, que son comestibles en cuatro días.
Una de las mejores formas de consumir chía es tomar 2 cucharadas al día. empapada o molida. Siempre remoje las semillas antes de preparar recetas de chía; de lo contrario, puede producirse una irritación estomacal no deseada.
Beneficios de la semilla de chía
Las ventajas y beneficios de consumir estas semillas son numerosas, no por casualidad se las denomina superalimento. Las semillas de chía cargan el cuerpo con fuerza y energía, aumentan la resistencia del cuerpo y mejoran el funcionamiento del tracto gastrointestinal.
Ahora se ha demostrado plenamente que las semillas de chía afectan los azúcares consumidos en el cuerpo. Cuando las semillas entran en contacto con líquidos, se forma un gel que actúa como una especie de barrera física entre las enzimas y los carbohidratos en el sistema digestivo. Este proceso ralentiza la conversión de carbohidratos en azúcar y la energía de los alimentos se absorbe de forma regulada, lo que garantiza la resistencia. Es precisamente esta ingesta de azúcar la que resulta muy beneficiosa para los diabéticos.
Gracias a su fuerte higroscopicidad, las semillas de chía, que absorben la humedad, prolongan el proceso de hidratación y preservan los electrolitos, especialmente en momentos de estrés en el cuerpo.
El hinchamiento de las semillas al contacto con los líquidos y su paso por el tracto gastrointestinal actúa como una auténtica escoba que limpia las paredes de viejos residuos acumulados. Mucha gente usa semillas de chía para regular el sistema excretor.
La proteína de las semillas de chía no contiene gluten. Esto hace que las semillas mágicas sean un desayuno ideal para cualquier persona que padezca intolerancia al gluten.
Las semillas de chía ayudan a una producción de tejido muy rápida debido a su fácil asimilación y a su altísimo valor nutricional. Ayudan en casos de lesiones externas e internas. Son buenas para mujeres embarazadas y lactantes, así como para deportistas activos.
Entre otras cosas, las semillas de chía son el alimento favorito de las personas que hacen dieta porque cuando se añaden a las comidas, hinchan y llenan el estómago más fácilmente, reemplazando grasas y calorías. Incluso si no estás a dieta, comer semillas de chía reducirá tus calorías a la mitad.
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