Mascarpone - el ingrediente sin el que no seria posible preparar el postre favorito de todo el mundo - el Tiramisú.
Puede parecer un poco extraño y curioso que un queso se utilice principalmente en la elaboración de postres y especialmente en cremas y mousses. Y esto no es casualidad, este queso italiano no tiene una textura firme, sino una estructura suave y cremosa que es tan propicia para los deliciosos postres.
Mascarpone es una antigua especialidad italiana inventada en un momento desconocido en la región de Lombardía. En un principio fue conocido como Mascarpa, lo que significa un subproducto extraído del suero de la leche en la preparación de los típicos quesos duros italianos. La palabra mascarpone en sí se puede traducir como "toalla aceitosa" o algo similar.
Si se pregunta por qué, sepa que el mascarpone tiene la consistencia del requesón, pero sin su estructura granulada característica. Esto se debe al alto porcentaje de grasa de este queso. Mascarpone a veces se ha asociado con un tipo de yogur, porque para su elaboración se utiliza grasa vegetal natural extraída de las semillas del árbol tamarindo.
Mascarpone tiene una textura suave y fresca, color blanco cremoso amarillento y estructura elástica. Aunque en la producción, este producto único se parece más al yogur, el mascarpone está definido como - queso de vaca italiano, alto an grasa (75%).
En apariencia, el mascarpone es un queso fresco, tierno, de color blanco o amarillo pajizo, que tiene una estructura muy compacta, pero es elástico y apto para untar.
Composición del mascarpone
100 gramos de mascarpone contienen: 428 kcal, 46 g de grasa, 125 mg de colesterol, 7 g de proteína.
Selección y conservación del mascarpone
Afortunadamente para el consumidor y conocedor de los buenos quesos italianos, el mascarpone está disponible en tiendas y supermercados desde hace años. Suele estar disponible en tarros de 500 g o de 250 g, que es absolutamente suficiente para la preparación de algunos de sus postres favoritos.
El único marcador que puede indicarle que está comprando un producto de calidad es el precio y la fecha de caducidad. Es bueno utilizar el queso poco después de abrir el tarro, aunque en la nevera puede durar hasta por unos días. El precio del mascarpone es asequible y al alcance de todos.
A veces, sin embargo, tratamos de reemplazarlo con requesón o queso crema. Pero claro, el sabor de un requesón no tiene nada que ver con el del queso italiano de Lombardía.
Uso culinario del mascarpone
El mascarpone tiene un sabor mantecoso suave característico y su textura elástica lo hace muy adecuado para untar. Combinándolo solo con azúcar, puedes obtener una crema deliciosa para tu pastel o cualquier elaboración de pastelería. También puedes comerlo en combinación con bizcochos, galletas y dulces o incluirlo en tu desayuno con un poco de muesli, fruta deshidratada y frutos secos. Todo lo que se hace con quesos tiernos, también se puede hacer con mascarpone - salsas, rellenos, etc. También puedes hacer fácilmente helado de mascarpone o tarta de queso.
El mascarpone va bien con el sabor del espresso y el café en general, con una variedad de frutas, y en combinación con coñac, ron o vino de postre - es un verdadero deleite para los sentidos. Aunque suene curioso, el mascarpone combina bien con la cerveza.
Hacer una crema de mascarpone en casa es lo más fácil del mundo:
Receta para Crema de Mascarpone:
Productos necesarios: mascarpone - 300 g, huevos - 3 unidades, azúcar - 3 cucharadas, vino dulce - 3 cucharadas (o Marsala o Ron).
Modo de preparación: Batir las yemas con el azúcar hasta obtener una crema esponjosa. Si te preocupa comer yemas crudas, puedes batirlas al baño maría a una temperatura adecuada, para que no se corten. Por otro lado, montar las claras a punto de nieve y mezclar cuidadosamente con las yemas. Revolver suavemente y con movimientos envolventes, añadiendo poco a poco el queso mascarpone. Finalmente, agregar el vino dulce y fragante o un poco de ron negro. Nuestra recomendación es servir la crema con bizcochos de soletilla o "ciruelas borrachas" (Sin Cotto con le Prugne).
Mascarpone casero
Productos necesarios: nata - 125 ml, leche entera - 250 ml, jugo de limón. 1 cucharadita. Utensilios: termómetro de cocina, colador, gasa limpia o paño de algodón limpio.
Mezclar la nata con la leche y verter en un cazo. Calienta a fuego bajo y revuelve constantemente. Cuando la temperatura alcance los 85 grados, retire el cazo o cacerola del fuego. Agregue poco a poco el jugo de limón, revolviendo sin parar. En este momento la temperatura de la mezcla será de 82 grados y hay que volver a poner la cacerola al fuego. Continúa revolviendo (la temperatura se debe mantener entre 82-84 grados). Observa la textura del producto terminado con la ayuda de una cuchara introducida en el queso.
Si la cuchara está casi limpia cuando se retira, continuar a calentar el queso. El mascarpone está listo en el momento que la cuchara está bien envuelta de un liquido cremoso y espeso. Una vez conseguido este efecto, retirar la cacerola del fuego y enfriar hasta 50 grados sin dejar de remover.
Verter el mascarpone en un recipiente cubierto con paño de algodón o una gasa. Una vez bien escurrido, atar los extremos de la gasa y dejar por un tiempo para que se termine de escurrir. A continuación, poner el queso en el colador y colocar encima un peso de 500 gramos, por ejemplo un paquete de alubias. Dejar reposar en el frigorífico durante 10 horas, revolviendo periódicamente para que el mascarpone se vuelva cremoso.