Se ha debatido durante décadas si las personas deben consumir leche entera o desnatada. En casi todos los casos, esto depende de las necesidades individuales del cuerpo humano, pero es bueno entender qué es exactamente la leche desnatada.
A la leche desnatada o descremada se le elimina parcialmente o totalmente la grasa, por lo que presenta un aspecto más aguado y ligeramente azulado. Su valor nutricional es mucho más limitado que el de la leche entera.
Cuando la leche está totalmente desnatada, también pierde vitamina A, que es sumamente importante para nuestro organismo. Para estar seguros de obtener suficiente cantidad de otros alimentos, necesitamos conocer las necesidades de nuestro propio cuerpo.
La falta de vitamina A puede provocar problemas de visión y puede causar la llamada ceguera de los pollos. La deficiencia de vitamina A a menudo conduce a problemas de la piel y, en los niños, la deficiencia de vitamina A puede incluso provocar un retraso en el crecimiento.
La opinión general es que el requerimiento diario de vitamina A de la mayoría de los adultos es de aproximadamente 1.5 mg de vitamina pura, en mujeres embarazadas, aproximadamente 2 mg, y en madres lactantes, aproximadamente 2.5 mg. Por lo dicho hasta ahora, queda claro que la leche desnatada no es recomendable para niños, mujeres embarazadas y lactantes.
Por otro lado, las leches bajas en grasa y desnatadas son muy adecuadas para las dietas, con énfasis en el bajo consumo de grasas. En este caso, no s trata solo de dietas encaminadas a la reducción de peso, sino también de dietas que son necesarias en el tratamiento de muchas enfermedades.
La leche desnatada o baja en grasa se recomienda para arterosclerosis, enfermedades biliares-hepáticas, enfermedades del páncreas, úlceras, obesidad, enterocolitis crónica con dispepsia grasa, gastritis crónica con baja acidez y más.
La leche desnatada o baja en grasa también tiene un efecto diurético y se usa a menudo en varias condiciones edematosas. También tiene un efecto laxante suave y es adecuada para la prevención del estreñimiento crónico.
De todo lo dicho hasta ahora se deduce que la leche desnatada puede ser buena para un grupo de personas y perjudicial para otras, por lo que hay que tener cuidado con su consumo.