Muchos dirán que las especias y hierbas frescas están a la venta durante todo el año y que almacenarlas no tiene ningún sentido. ¡Pero no es así!
Muchas veces nos hemos visto en la situación en la que empezamos a cocinar algo inesperado y es necesario añadir enseguida perejil o eneldo. En estos casos necesitamos urgentemente conseguir las hierbas, y es muy conveniente si las tenemos congeladas en el congelador.
Congelar en sí parece una tarea fácil, pero aun así debemos tener en cuenta algunas características, sobre todo si no somos cocineros experimentados.
Antes de congelar las hierbas verdes, debemos limpiarlas con cuidado, eliminando todas las ramitas dañadas y estropeadas. Luego enjuagamos bien. Las hierbas aromáticas verdes generalmente se lavan con agua corriente helada. Es bueno escurrirlas del agua y secarlas.
Después de secar, picamos el perejil y el eneldo como hacemos cuando los añadimos a los platos.
El eneldo y el perejil picados se pueden mezclar y combinar. Podemos preparar con seguridad una mezcla verde a nuestro gusto.
Luego ponemos bolsitas pequeñas y las sellamos. Ponemos una pegatina con una inscripción sobre el contenido y el mes de congelación. Las hierbas se pueden almacenar de esta forma hasta por un año.
Otro método de conservación es con mantequilla. Agregue perejil picado o eneldo a la mantequilla derretida. La mantequilla debe estar lo más derretida que se pueda mezclar con las verduras.
Echa la mantequilla en moldes de una caja de bombones de chocolate. Una vez llenas las celdas, colóquelas en el congelador. Unas pocas horas son suficientes para que la mantequilla se endurezca. La utilizamos para preparar salsas, sopas, guisos.