Con sólo 10 calorías en cada tallo, el apio puede considerarse uno de los alimentos con menos calorías. La verdura es mucho más que eso. Tiene una serie de beneficios para la salud y este es un hecho ampliamente conocido. Precisamente por eso mucha gente incluye el apio en su dieta.
Sin embargo, además de sus numerosos beneficios, el consumo de apio conlleva algunos riesgos para la salud, un hecho que pocas personas conocen.
Si empezamos por los beneficios, cabe destacar que el apio es una gran fuente de importantes antioxidantes. Los antioxidantes protegen las células, los vasos sanguíneos y los órganos del daño oxidativo.
El apio contiene vitamina C, betacaroteno y flavonoides, pero hay al menos 12 tipos adicionales de nutrientes antioxidantes en cada tallo.
La verdura también es una rica fuente de fitonutrientes que se ha demostrado que reducen la inflamación en el tracto digestivo, las células, los vasos sanguíneos y los órganos.
Cada tallo de apio tiene alrededor de 25 sustancias antiinflamatorias que pueden ofrecer protección contra la inflamación en el cuerpo.
Si bien los nutrientes antioxidantes y antiinflamatorios ofrecen protección a todo el tracto digestivo, el apio puede ofrecer beneficios especiales para el estómago. Los polisacáridos contenidos en el apio reducen la incidencia de úlceras de estómago, mejoran el estado de la mucosa del estómago y ayudan a la formación de jugos gástricos.
El apio también contiene vitaminas A, K y C, además de minerales como el potasio y el ácido fólico. La verdura es baja en sodio. Es más, el apio también tiene un índice glucémico bajo, lo que significa que tiene un efecto lento y constante sobre el azúcar en sangre.
Pero ¿cuáles son los riesgos de comer apio?
Si las verduras constituyen la mayor parte de su dieta, probablemente no esté obteniendo suficientes nutrientes que su cuerpo necesita. Incluso si comieras mucho apio para obtener la mayor cantidad posible de nutrientes, aún podrías sufrir desnutrición con el tiempo.
El consumo frecuente también provoca problemas gastrointestinales. Debido al alto contenido de fibra, es posible que el consumo excesivo de apio no ayude, pero sí dañe el estómago. Exagerar provoca hinchazón, gases, diarrea o calambres abdominales. La ingesta diaria recomendada de fibra es de 28 gramos por cada 2.000 calorías.
Exagerar con el apio también puede ponerle en riesgo de intoxicación por pesticidas. La verdura tiene la capacidad de absorber y almacenar pesticidas. Si bien pequeñas cantidades de pesticidas pueden ser seguras para los humanos, grandes dosis pueden causar problemas. Algunos de ellos pueden irritar la piel, otros pueden provocar problemas estomacales e incluso intoxicaciones.
Por último, pero no menos importante, los químicos naturales del apio pueden interferir con la capacidad del cuerpo para utilizar el yodo correctamente. La glándula tiroides depende del yodo para funcionar y producir hormonas. Cuando los niveles de yodo bajan, la glándula tiroides se agranda, lo que posiblemente provoque un bocio. Se ha demostrado que cantidades excesivas de apio, especialmente crudo, pueden provocar deficiencia de yodo.