Si has decidido hacer un pan casero, hogaza, brioche o panecillos, tienes que saber que el momento mas importante de su preparación es la fermentación de la masa. Si no ha fermentado bien, el pan no crecerá y no estará blando, suave y sabroso. Para la fermentación de elaboraciones de panadería es sumamente importante que la temperatura de los productos que se utilizan es adecuada. Si utilizas levadura fresca, tienes que diluirla en agua o leche templada (37ºC) y nunca en liquido frío o demasiado caliente.
En caso de utilizar levadura seca de panadería, primero la tienes que mezclar con la harina y después agregar los demás ingredientes. Después de amasar, la masa tiene que reposar para que fermente en un lugar cálido. Un pequeño truco es, dejar la masa en un bol engrasado y cubierto con paño de cocina y meter en el horno precalentado a 50 grados (el horno apagado) Así la masa rápidamente crecerá, doblará su volumen.
No se puede especificar el tiempo que dura el proceso de la fermentación, porque dependerá del tamaño de la masa y también de su tipo y receta específica. La mejor indicación que la masa ha fermentado es cuando ha doblado su volumen y se han formado burbujas en la superficie.
Después de obtener el resultado deseado, se puede volver a amasar y dejar fermentar una vez más para unos panes verdaderamente auténticos y deliciosos.
En resumen, las condiciones más importantes para la fermentación correcta de la masa es la temperatura y el tiempo de reposo.