Para la preparación de una cobertura de chocolate con aspecto y textura aterciopelada necesitarás sobre todo un chocolate de buena calidad y apto para fundir. Además, debes armarte con un poco de paciencia y una pizca de habilidades culinarias.
Fundir el chocolate no es una tarea fácil, especialmente cuando estás a punto de hacerlo por primera vez. Es muy importante templar el chocolate a la temperatura adecuada, ya que la manteca de cacao que contiene no soporta temperaturas demasiado altas.
El primer paso en el proceso de fundir el chocolate es romperlo en pedazos y ponerlo en un recipiente refractario sumergido en otro recipiente lleno de agua hirviendo ( o sea - al baño maría). Dejar que comience a fundirse, cuidando y vigilando la temperatura para que no supere los 60 grados.
El chocolate se puede fundir fácilmente en el microondas, para ello se debe colocar en un recipiente no metálico y se deja fundir a baja potencia, removiendo bien cada minuto.
Para obtener el glaseado de chocolate o cobertura perfecta, es aconsejable después de fundir, luego templar a 32 grados. Esto se puede hacer sobre una superficie de mármol o agregando un poco más de chocolate a la mezcla para que baje la temperatura.