La mayoría de las frutas y verduras son mejores frescas. Sin embargo, esto no se aplica a la remolacha, que en forma cruda puede causar problemas estomacales en personas con un revestimiento estomacal más vulnerable. La remolacha se come mejor al vapor o hervida. Elija cabezas/raíces de remolacha más pequeñas, que son más fáciles de cocinar y saben mejor. Lava bien las cabezas y cepíllalas para quitarles la suciedad.
Las remolachas se hierven durante mucho tiempo para que se ablanden por completo. Sin embargo, cuanto menos las cocine, menos vitaminas y minerales valiosos perderá. Por eso, lo mejor es cortar la remolacha y ponerla en agua hirviendo durante 15-20 minutos. Para evitar que pierda su color, agregue un poco de azúcar y vinagre al agua, pero tenga en cuenta que el vinagre puede aumentar el tiempo de cocción. No pongas sal en el agua.
Vierta las remolachas cocidas en agua fría o póngalas bajo el chorro de agua durante unos minutos. De esta manera, las remolachas estarán tiernas para comer, pero sin que se cocinen demasiado tiempo. Si las cabezas de remolacha son más pequeñas, puedes hervirlas enteras en lugar de cortarlas. No pele las remolachas antes de hervirlas, sino después.
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