Por muy deliciosos que sean los alimentos fritos, no se puede negar que son perjudiciales para la salud. Buñuelos, Calabacín frito, Albóndigas fritas, Hígado frito, Patatas fritas: todos son deliciosos pero pueden ser dañinos. Esto se debe a que al calentar la grasa en la que se van a freír los alimentos, esta suele alcanzar temperaturas muy altas, por encima de los 200 grados.
A estas altas temperaturas se producen cambios peligrosos tanto en la grasa como en los productos. Se produce una reacción conocida como peroxidación lipídica: en las cadenas de ácidos grasos hay un cambio en las conexiones entre ellos.
¿Cuáles son los riesgos de la comida frita?
Como resultado, se forman moléculas llamadas radicales libres. Estos radicales libres que ingerimos con la comida frita perturban los procesos normales del organismo, y con el tiempo es posible que se produzcan cambios de enfermedad. Por ejemplo, en algunas células, el material genético puede dañarse y pueden mutar, y esto es extremadamente peligroso, porque así es como se produce el cáncer.
Por supuesto, esto no siempre le sucede a todas las personas, pero el riesgo está ahí. Es posible que los alimentos fritos no causen cáncer, pero provocan molestias estomacales, aumento de peso y una serie de otras condiciones peligrosas. Precisamente por estos motivos, el consumo de frituras debe reducirse al mínimo. Nunca use la misma grasa dos veces para freír, ya que esto es aún más peligroso. Elije otras formas más saludables de cocinar - al vapor, al horno, hervido, a la parrilla.