En los últimos años se habla cada vez más de los efectos extremadamente dañinos que los radicales libres provocan en el cuerpo humano. ¿Qué hay realmente detrás de estas sustancias peligrosas, que se atribuyen a enfermedades peligrosas e incluso al cáncer?
En esencia, los radicales libres son átomos químicamente inestables, grupos de átomos o moléculas que contienen un electrón libre cada uno. Los electrones, por su parte, son partículas de carga negativa que tienen la propiedad de formar enlaces químicos con una base muy inestable.
Es esta inestabilidad la que hace posible que los radicales libres se unan a otros compuestos, convirtiéndolos en nuevos radicales libres. Este es un proceso peligroso porque una vez que comienza, se desarrolla rápidamente y provoca cambios graves en el cuerpo, lo que lleva a numerosos anomalías y problemas de salud.
Ahora es el momento de decir que en un estado normal, los radicales libres están presentes en el organismo de todas las personas, y lo más interesante es que están ahí por una fracción de segundo, pero el daño que causan es peligroso e irreversible. Según algunas afirmaciones, cada célula de nuestro cuerpo produce miles de radicales libres todos los días.
Causas de la formación de radicales libres
Hasta ahora ha quedado claro qué son los radicales libres, pero también debemos levantar el telón sobre qué los provoca. Desafortunadamente, hay muchos factores que contribuyen a su formación, y en forma de vida moderna simplemente nos rodean por todas partes - el humo del cigarrillo, la gasolina del automóvil, la radiación solar y, por último, pero no menos importante, la forma en la que comemos. Cualquera que coma demasiada grasa aumenta la actividad de los radicales libres, porque la conversión de grasas en compuestos peligrosos es mucho más fácil que la conversión de proteínas e hidratos de carbono.
Daños que los radicales libres
Hemos visto que los radicales libres son extremadamente dañinos, pero es hora de detenerse con más detalle en el daño que causan. Son los responsables de la aparición de mutaciones que afectan a las células y por tanto son los culpables directos de procesos como el endurecimiento de las partes arteriales (aterosclerosis), el envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas, cataratas.
Sin embargo, el daño más grave es la posibilidad real de provocar algunos tipos de cáncer. Los radicales libres pueden causar enfermedades cardiovasculares, enfermedades del sistema nervioso (Alzheimer y Parkinson), enfermedades endocrinas (diabetes) y una serie de cambios patológicos en el cuerpo.
Y como en muchos otros aspectos, la medalla tiene dos caras. Resulta que los radicales libres también pueden ser útiles o incluso beneficiosos, porque los propios glóbulos blancos reducen radicales libres para atacar las células extrañas cuando los patógenos ingresan al cuerpo. Así, se forma un proceso en el que el cuerpo neutraliza las células extrañas y restaura las afectadas.
Entonces, ¿porque los radicales libres son tan peligrosos? El problema radica en la velocidad de desarrollo de los procesos - cuando la formación d radicales libres es extremadamente rápida y con gran velocidad hay una liberación excesiva de radicales libres.
Cuando el cuerpo está en estado normal, logra controlar su formación, porque las células producen antes radicales libres como antioxidantes, y así previenen cambios. Esto significa que todos deben prevenir el daño radical antes de que pueda ocurrir. Esto se hace con un dieta racional y un estilo de vida saludable, limitando al mínimo el estrés y los efectos nocivos.
Antioxidantes contra los radicales libres
De todo escrito hasta ahora, está claro que los radicales libres son compuestos peligrosos que pueden causar enfermedades potencialmente mortales. Por eso es de suma importancia saber cómo prevenir mejor su formación para poder disfrutar de una larga vida sana. ¡La palabra clave aquí es antioxidantes! Estas valiosas sustancias para el organismo tienen la asombrosa capacidad de neutralizar la acción de los radicales libres, por lo que debemos consumirlas a diario. ¿Pero, cómo y dónde los conseguimos, cuales son las mejores fuentes?
El mayor contenido de antioxidantes se puede encontrar en frutas y verduras, cereales integrales, legumbres. La dieta debe ser bien balanceada y rica en vitaminas, minerales y fibra.
Sin embargo, como con cualquier cosa, hay antioxidantes que son más beneficiosos que otros. La vitamina C es el antioxidante más valioso con un poderoso efecto anticancerígeno. Lo mejor en la lucha contra los radicales libres, por lo que la dosis diaria recomendada está entre 100 y 250 mg.
La vitamina E es otro antioxidante importante que reduce la presión arterial y fortalece al sistema cardiovascular. El requerimiento diario de vitamina E está entre 30 y 80 mg. El betacaroteno es el tercer verdadero luchador contra los radicales libres. La ingesta diaria debe ser de 15 mg.
Estas tres vitaminas s encuentran en los cítricos, los pimientos, las verduras de hoja verde, los huevos, las zanahorias, los tomates, los melocotones, las nueces y frutos secos, el pescado, el té verde, el brócoli y las patatas. Una de las dietas más completas en la lucha contra los radicales libres es la dieta mediterránea, que por su riqueza en frutas y verduras frescas, pescado y aceite de oliva se considera la más beneficiosa del mundo.
Los suplementos dietéticos también se recomiendan para el tratamiento de diversas enfermedades, pero no se debe olvidar que el deporte y la nutricionalmente racional, el abandono del alcohol y el cigarrillo son los mejores formas de llevar una vida saludable.