La Sal es un ingrediente indispensable de cualquier plato. El sabor de los alimentos que preparamos no valdría nada si no le añadimos sal. Sin embargo, últimamente cada vez más gente habla del daño de la sal y de su abuso.
Ahora podemos ver en el mercado alternativas más saludables a la sal yodada normal: sal del Himalaya, sal negra y otras. Uno de los tipos de sal más interesantes es la sal kosher.
La sal kosher debe su nombre a que se utiliza para preparar carne según las costumbres y tradiciones judías. La sal kosher tiene cristales más gruesos y grandes que la sal normal, lo que la hace excelente para extraer la sangre de la carne antes de cocinarla, un requisito importante en la cocina kosher.
Un hecho interesante es que la sal kosher en realidad no está certificada como kosher, pero se llama así debido a su capacidad para extraer bien la sangre durante el proceso kosher. Muchos chefs prefieren condimentar sus platos con sal kosher porque no tiene aditivos y su sabor es mucho más suave que la sal normal.
La sal kosher se obtiene presionando la sal que se extrae de varios depósitos de sal. Se disuelve fácil y uniformemente. La sal kosher se puede utilizar en casi todo tipo de platos cocinados, salsas, sopas, carnes asadas y cualquier cosa que desees.