Saludable y deliciosa, las berenjenas al horno son una guarnición ideal para una cena rica en nutrientes.
Para hornear las berenjenas, precalentar el horno a 220 grados, untar o rociar las berenjenas en rodajas con aceite de oliva y colocarlas en una sola capa en la bandeja forrada con papel vegetal engrasado.
Hornear las berenjenas hasta que estén tiernas, aproximadamente de 18 a 20 minutos. Tenga en cuenta que el tiempo de horneado depende de la berenjena; las más grandes tardan más en hornearse. El mejor indicio de que está lista es cuando se suaviza y la piel comienza a separarse.
No es necesario que le pongas sal previamente si la vas a cocinar a la parrilla o al vapor, porque la salazón no tendrá ningún efecto.
Y cuando salas berenjenas para freír, es necesario poner mucha sal para sentirla.
No es necesario pelar la berenjena antes de hornearla. Su piel es perfectamente comestible, sólo ten en cuenta que la de las berenjenas más grandes puede ser un poco dura. Si asas la berenjena entera al horno o al grill, déjala enfriar después de asarla y retira la parte carnosa. En tales casos, es bueno hornearla pinchando con un tenedor. Puedes ponerle papel de horno debajo porque soltará líquido.
A diferencia de muchas verduras, la berenjena sigue siendo comestible incluso después de una cocción prolongada. La berenjena poco cocida puede ser difícil de masticar, mientras que la berenjena demasiado cocida es muy suave pero aún comestible. Ten cuidado de no cocinar en una olla de aluminio porque la berenjena se decolorará.
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