A veces los bizcochos están bien horneados por fuera pero tienen el interior crudo y de sabor desagradable.
Para hornear el bizcocho bien tanto por fuera como por dentro, es necesario precalentar el horno a unos 170 grados. Después de que aparezca una costra ligera, reduzca la temperatura a 130 grados.
Es bueno utilizar la función de ventilador caliente si su estufa tiene una. Si la parte superior del bizcocho comienza a quemarse, cúbralo con papel de aluminio y muévalo al fondo del horno. En general, es mejor hornear el bizcocho retirando la rejilla del horno al nivel más bajo posible.
Si se quema el fondo, levántalo lo más alto que puedas. Para determinar si el pastel está horneado por dentro, debes pincharlo con un palillo. Si no se pega masa es que el bizcocho está bien horneado.
Para hornearlo bien es necesario girar la bandeja en el horno varias veces para que se hornee de manera absolutamente uniforme. Se necesitan unos cuarenta minutos para hornear un bizcocho de tamaño mediano.
Ten en cuenta que si en la masa del bizcocho hay frutas que están más jugosas, exprímelas un poco antes, de lo contrario el bizcocho quedará apelmazado y húmedo por mucho que lo hornees.
Para estar seguro de que el bizcocho de frutas quede perfecto, hornéalo más lento que un bizcocho normal y a una temperatura más baja.
Si a pesar de todos tus esfuerzos el bizcocho se queda apelmazado, puedes probar el siguiente truco: sácalo del molde y ponlo en un recipiente de cristal especial para microondas.
Enciende el horno microondas a máxima potencia y deja el bizcocho dentro unos cuatro minutos. Luego vuelva a colocarlo en la bandeja y hornea unos minutos en horno normal para eliminar por completo la humedad. El bizcocho quedará más pequeño y seco, pero por lo menos no estará crudo por dentro.
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