Las frutas deshidratadas tienen un sabor muy concentrado y las ciruelas son unas de las más populares. Son una gran adición a varios dulces de frutas en invierno, así como un sabor a fruta indispensable y conocido en la preparación de bizcochos y batidos.
Para secar ciruelas, primero debemos prepararlas. Para ello, lávelas bien, tratando de quitarles la capa grisácea sucia. Tenemos que asegurarnos de que la piel de la ciruela esté completamente limpia, ya que después de su tratamiento de secado, sería difícil de lavar y limpiar debido a su superficie arrugada.
Después de hacer esto, tenemos que esperar a que las frutas se sequen fuera del agua a temperatura ambiente.
El mejor método para secar, no solo las ciruelas, es dejarlas al sol durante mucho tiempo. Así, según algunos esoteristas, también absorben energía vital altamente concentrada que sólo el sol puede emitir.
Entonces, si esta es su elección, debe colocar las ciruelas bien lavadas y secas en un recipiente plano, preferiblemente de madera, acomodarlas y separarlas entre sí. Luego llévalos al balcón donde puedan permanecer bajo la luz solar directa durante 2 semanas.
Controle periódicamente cómo se desarrolla el proceso de secado y, si es necesario, voltee las ciruelas periódicamente, así como mueva la propia bandeja en la que se colocan. Para protegerlos de la suciedad o las moscas, puedes cubrirlos con una gasa. Sin embargo, debe mantenerse alejado de ellos y no "girarlos", para que haya un flujo constante de aire a su alrededor.
También puedes disponer ciruelas en una lámina de cartón para colocar en el lugar más soleado de tu habitación.
Otra forma más rápida de secar ciruelas es tratarlas en un horno. Para ello, elige una bandeja contenedora adecuada. Coloque las ciruelas en ella y déjelas en el horno durante un total de 18 horas a fuego lento - 50 grados.
Es preferible almacenar las ciruelas pasas en un lugar ventilado. Se pueden dejar en una bandeja de madera o guardar en bolsas de papel, pero no deben cerrarse demasiado.
Las ciruelas pasas ya secas tampoco deben permanecer mucho tiempo en agua al remojarlas, porque de esta manera se pierden sus cualidades gustativas.
Una buena solución en tal caso es ponerlos directamente en el plato preparado, por ejemplo oshav. Cuando las ciruelas se utilizan para hacer un bizcocho de frutas o pastel de frutas, también se pueden poner sin remojar previamente. Absorberán el líquido de los jugos del bizcocho y se ablandarán. Incluso puedes sumergirlas en el almíbar que vayas a utilizar, así quedarán bastante blandas y al mismo tiempo soltarán en él su increíble sabor y aroma.