Aunque la mayoría de amantes y especialistas del té y de las tradiciones del té están en contra de endulzar esta mágica bebida, al perderse gran parte de su sabor y aroma, muchas personas prefieren sentarse con una taza de té endulzado. Se sabe desde hace mucho tiempo que el azúcar es perjudicial y muchos han recurrido a edulcorantes artificiales como la sacarina.
Sin embargo, esta tampoco es una buena opción porque es más saludable utilizar sólo edulcorantes naturales, es decir, aquellos que provienen directamente de la naturaleza. Y aquí surge la pregunta de qué y quiénes son los edulcorantes naturales. Aquí te dejamos una breve información sobre ellos:
Fructosa
La fructosa es un azúcar de fruta y se encuentra en muchas frutas, así como en la miel. Esto significa que puedes agregar una cucharada de mermelada o confitura de diferentes frutas a tu té. Si le añades, por ejemplo, mermelada de membrillo, obtendrás el té perfecto, que no sólo te levantará el estado de ánimo, sino que también será eficaz contra la tos.
La mermelada de frambuesa ayuda con los resfriados y la fiebre. No hace falta comentar sobre la miel, ya que tiene un efecto beneficioso demostrado sobre el cuerpo humano y es reconocida como uno de los antibióticos naturales más potentes.
Xilitol
El xilitol se encuentra principalmente en las mazorcas de maíz y se extrae artificialmente. Tiene un agradable sabor dulce, pero a diferencia del azúcar, que es especialmente perjudicial para nuestros dientes, tiene un efecto positivo sobre ellos, por eso está presente en numerosas pastas de dientes y enjuagues bucales.
Sorbitol
El sorbitol también se encuentra en muchas frutas, siendo especialmente abundante en los albaricoques y las manzanas. También tiene un agradable sabor dulce, pero lamentablemente es muy rico en calorías. Si estás a dieta, es mejor elegir una de las opciones anteriores o no endulzar el té en absoluto.
La mayoría de expertos recomiendan endulzar cualquier bebida con edulcorantes naturales en lugar de artificiales. Aquí también hay que mencionar el jarabe de arce y la melaza cruda. Si optas por endulzar tu té con miel, recuerda que no debes calentar la miel, porque de esta forma pierde muchas de sus valiosas cualidades.