El llamado "oro líquido" del Mediterráneo, el aceite de oliva esconde muchos secretos. Se considera uno de los superalimentos que ayudan a nuestro organismo a estar sano, y al mismo tiempo cuidar nuestro buen aspecto, entrando en la composición de una serie de productos cosméticos.
Para poder sentir todos los efectos beneficiosos del aceite de oliva, tiene que ser de buena calidad. Desafortunadamente, resulta que gran parte del aceite de oliva que se vende en los supermercados es falso.
Los expertos aconsejan mirar siempre la etiqueta de la botella: el verdadero "oro líquido" debe ser prensado en frío o, en otras palabras, extra virgen.
Otra característica que distingue al aceite prensado en frío es la marca D.O.P - Denominación de Origen Protegida. Esto significa que el origen está garantizado y las aceitunas utilizadas en su elaboración son de la más alta calidad y se cultivan en pocas áreas geográficas del mundo.
Este tipo de aceite de oliva es la delicia de gourmets y maestros cocineros. Es este aceite de oliva que se produce con los más altos estándares y está sujeto a un control de calidad continuo.
Te estarás preguntando cuál es la diferencia entre el aceite de oliva refinado normal, conocido en nuestro país como aceite de ensalada, y el que pone “virgen extra” en la etiqueta. La segunda variedad conserva todas las sustancias valiosas de los frutos maduros de aceituna, así como el sabor y aroma característicos.
Los ácidos grasos del aceite de oliva prensado en frío son muy similares a los que se encuentran en la leche materna. Es adecuado tanto para aliñar ensaladas como para preparar otros platos.
Una de las formas seguras de reconocer el aceite de oliva virgen extra de calidad es que espesa cuando está frío. Esto significa que al colocarlo en el refrigerador debe cambiar su consistencia. Cuando se calienta, vuelve a su estado líquido. El aceite de oliva que no espesa en el frigorífico no es puro.
Tenga en cuenta que el producto prensado en frío no es apto para freír y cocinar y tiene un sabor muy específico que cambia más o menos el sabor del producto final.
Aquí los matices de sabor son los más diversos, cuestión de marca, productor, así como preferencias personales del consumidor.