Muchas personas sufren el llamado apetito del apetito Hiperfagia, que se asocia con comer en exceso. En su mayoría, se trata de aquellos que llevan un estilo de vida sedentario o aquellos que están ocupados en mitad de la jornada laboral y no pueden tomarse el tiempo suficiente para disfrutar de la comida.
También se trata de personas que no siguen ninguna dieta y suelen realizar sólo 1 o 2 comidas al día. Esto conduce inevitablemente a que una persona sienta mucha hambre y luego coma en exceso.
También se observa una tendencia de comer en exceso durante las fiestas y vacaciones. En las vacaciones y fiestas de Navidad, casi se ha convertido en una tradición preparar carnes demasiado pesadas y grasas, ensaladas de mayonesa igualmente pesadas. Incluso los postres son pesados: baklava, churros turcos, tartas, turrones, etc.
Sin embargo, comer en exceso esconde una serie de riesgos para la salud. Aquí hay sólo algunos de ellos:
- Con una nutrición abundante, aumenta la acidez del cuerpo, lo que crea un ambiente muy propicio para una serie de inflamaciones;
- Comer mucho sobrecarga el sistema digestivo y crea una sensación de pesadez, estómago hinchado y, a veces, incluso náuseas;
- Comer en exceso supone una carga para el hígado y el consumo excesivo de productos grasos supone un riesgo de esteatosis (obesidad del hígado, que provoca su mal funcionamiento);
- Comer en exceso durante las vacaciones, banquetes, etc., puede provocar fácilmente una retención aguda: retención de orina;
- Si comemos en exceso, esto puede provocar crisis biliares, pancreatitis y gota;
- La frecuente alternancia de días con abundante comida y días en los que no se come casi nada es un requisito previo para la degeneración grasa.
De todo lo dicho hasta ahora se entiende claramente que comer en exceso puede provocar no sólo aumento de peso y obesidad, sino también graves problemas de salud.
La mejor manera de superar un apetito voraz es obligarse a comer regularmente (3 o 4 veces al día), comer lentamente para poder disfrutar del proceso, elegir alimentos bajos en calorías, comer más porciones pequeñas y beber mucha agua con regularidad y otros líquidos que saciarán en cierta medida el apetito.