Los europeos utilizan harina de trigo como alimento al menos una vez al día en una de sus comidas. Sin embargo, muchas personas tienen un problema debido al gluten y están buscando una alternativa.
Una de las harinas sin gluten es la harina de tapioca, que es muy popular en Sudamérica.
Qué es la harina de tapioca
Se elabora a partir de la planta de yuca y sus tubérculos son ricos en almidón. Esta parte se seca, se pela y se muele hasta convertirla en harina. Crudos, los tubérculos son venenosos, pero cuando se procesan se convierten en un alimento saludable.
Es necesario distinguir entre yuca y tapioca. La tapioca es el almidón extraído de la raíz de la planta de yuca.
En la práctica, se trata de harina de almidón concentrada. Esta harina tiene una consistencia más fina que la harina de maíz y recuerda al azúcar glass y la maicena fina. El producto es rico en calorías y de fácil digestión, por lo que es muy utilizado en la cocina sudamericana.
Esta aplicación es comparable a la harina de trigo en Europa. La harina de tapioca se puede utilizar para hacer masa de pizza o probar las siempre tan populares bolas de tapioca celestiales que tienen muchos seguidores en los países de América del Sur.
Valor nutricional de la harina de tapioca
Si hay que presentar el valor nutricional de la harina de tapioca, quedaría así: 10-14% agua, 3% proteína bruta, 2.5% grasa, 3.5-4% fibra, 80-83% materia orgánica.
Una gran ventaja en la cocina es que la harina de tapioca cambia su consistencia cuando se trata térmicamente. Por tanto, si se prepara una receta en la que se fríe el producto, no se pegará a la sartén ni se quemará, por lo que no se necesita mucha grasa.
Se ahorrará mucha grasa y exceso de calorías durante la preparación de la comida si se utiliza harina de tapioca. No contiene gluten y es una opción para personas con intolerancia al gluten. Su contenido en proteínas es muy bajo.
La harina de tapioca se puede usar para espesar sopa de verduras, preparar una salsa para carne o verduras y usarse en lugar de almidón o maicena. Y, por supuesto, con esta harina se pueden hacer hamburguesas, panes cetogénicos y cualquier cosa que le guste al europeo moderno.